Si uno teclea las palabras “Saga” y “Vázquez” seguidas en Google puede acabar leyendo la historia de un venero taurino. Matador, pero sin espada, fue cuando gastaba tacos el personaje central de esta dinastía de tres generaciones teñida de dos colores sobre la que vamos a hablar.
Ramón Vázquez, natural de Alcalá de Guadaira, jugó nueve temporadas entre los ochenta y los noventa para el Sevilla. A pesar de que en su infancia se colocó de portero en los Salesianos de su pueblo se le recuerda como un delantero no demasiado brillante pero muy inteligente y eficaz. Su cima la alcanzó en la 86-87, cuando consiguió meter 16 goles en Liga (con esa mágica camiseta con la publicidad de la Expo’92) y estrenarse como internacional absoluto. Jugó tres partidos en total con España marcando el último tanto de un 2-4 en un triste encuentro ante Inglaterra en un Bernabéu medio vacío y con un césped horroroso y en el que Lineker anotó todos los goles de los pross.
Ramón despuntó en un Sevilla más modesto que el actual al que le bastaba con quedar por encima de la mitad de la clasificación. En su currículum como killer puede apuntarse el éxtasis místico que sufrió el escritor José Lobo tras un gol suyo al Real Oviedo: “Cuando Ramón metió el segundo a poco más de un cuarto de hora para el final, aplastado en una de las vallas de gol norte, un pobre deficiente mental de ocho años sostuvo, con sus poco más de veinticinco kilos y ciento treinta centímetros de altura, la avalancha que produjo el delirio de haber logrado darle la vuelta al marcador. Boqueando, gritando gol a duras penas, intentando pasar por encima de la valla para no verse asfixiado, ese tarado era el más feliz de los mortales, mientras pensaba: “Entonces era esto. Esto es ser hincha de un equipo” (De “Yonkis y Gitanos”, Libros del K.O.).
244 partidos y cincuenta goles donó Ramón Vázquez al sevillismo antes de retirarse también trabajó para Recre, Deportivo y Albacete-.
Algo más dio. Porque en el Sevilla Atlético juega un lateral izquierdo llamado Javi Vázquez. Sangre de la sangre de Ramón, quien también sigue vinculado al club además como miembro del equipo de scouting. A Javi Vázquez, el hijo de Ramón, lo hizo debutar con el primer equipo Machín la pasada temporada en Copa ante el Villanovense y está siendo fijo en los planes de Gallardo y Marchena esta temporada en el conjunto de la carretera de Utrera. De hecho, el único gol que ha marcado en las cinco jornadas que van de campeonato el filial nace de una acción suya por el costado izquierdo que terminó rematando Pepe Mena. Pero eso no es todo, porque su primogénito -que también se llama Ramón- trabaja como analista también para el Sevilla. Tras empezar como preparador físico, se especializó en el tema de los datos con Víctor Mañas, ayudante de Unai Emery. Ahora es una pieza clave en la labor del técnico sevillista Lopetegui.
Lo curioso de esta familia de ímprobos trabajadores de Nervión es que nacen de la renuncia de un ex futbolista del eterno rival. Eugenio Vázquez, padre de Ramón y abuelo de Javi, militó en el Real Betis en los años cincuenta y debió hacer de tripas corazón cuando un ojeador del Sevilla se fijó en su labor durante uno de sus partidos en el Francisco Bono y le pidió que le llevara a probar en la antigua ciudad deportiva. Pocos meses después debutó en Salamanca con un gol desbancando de la titularidad a Tronquito Magdaleno y empezó a hacer su historia. La propia y un trozo de la del Sevilla, para disgusto del recuerdo de su progenitor.
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Fuentes:
Yonkis y Gitanos, de José Lobo. Libros del K.O.
https://elcorreoweb.es/toros/los-vazquez-historia-de-una-saga-YB3289526
https://www.sevillafc.es/actualidad/noticias/javi-vazquez-amplia-contrato-2021
https://elcorreoweb.es/toros/los-vazquez-historia-de-una-saga-YB3289526
Toni Cruz 