Giuliano Giuliani, el meta del Nápoles de Maradona que falleció de SIDA y al que el fútbol marginó

No siempre el fútbol es justo con sus hijos. Giuliano Giuliani cometió un error y la vida le castigó. Trabajaba de portero de fútbol. Era romano. Nació en 1958, se forjó en el Arezzo y se hizo famoso en el Como y luego en el Hellas Verona. En la ciudad de los enamorados cubrió la baja de Claudio Garella, que por aquellos tiempos se enfrentó a Maradona en el Nápoles y -en consecuencia- debió salir ante el peso del astro argentino. Así que Ottavio Bianchi, que fue su técnico en el Como, le fichó para la pujante escuadra de la Campania atendiendo a su carácter sobrio y calmado. Además, había sido capaz de pararle dos penaltis a Maradona, ganándose su respeto. Un tipo así sentaría bien en un vestuario como aquel. Y funcionó. Con Giuliani como arquero, el Nápoles conquistó la UEFA de la 88-89 y el Scudetto de la 89-90 (el último de su historia hasta el momento). Además, en su mejor momento profesional encontró el hueco que en la absoluta le tapaban Zenga, Tacconi y Pagliuca en los Juegos Olímpicos de Seúl. Allí defendió el marco de la azzurra, que acabó cuarta a pesar de que la goleara Zambia 4-0.

Pero la vida de Giuliani se dobló, presuntamente, en una noche de locura. El jugador voló en un chárter fletado para la ocasión, como el resto de la plantilla del conjunto partenopeo, a los festejos de la boda de Maradona en el célebre Luna Park de Buenos Aires. Allí se dieron cita más de 1.200 personas y cuentan que la tarta nupcial era más grande que los dos novios juntos y escondía más de mil anillos. Algunos futbolistas estaban con sus esposas, pero la de Giuliani – la modelo Raffaella del Rosario- acababa de dar a luz a su hija Jessica y no asistió. Giuliani, al parecer, tuvo un desliz y cometió la única infidelidad de su vida. Se sabe que no era fiestero ni tampoco abusaba -como otros de su época- del alcohol ni de las drogas. Era un hombre tranquilo al que la manzana prohibida le tentó. Y el veneno que contenía le mató.

Giuliani, durante sus tiempos en el Hellas Verona (La Pelota no se mancha)

En 1992 un periódico destrozaba su carrera con un titular duro: “Giuliani tiene SIDA”. En aquellos tiempos el SIDA era una enfermedad que conllevaba no solo una sentencia de muerte sino un estigma social insuperable. Por aquel entonces el meta defendía la meta del Udinese, pero tuvo que dejarla poco después. Al contrario de lo que sucedió con otras figuras de la época que contrajeron ese síndrome-Magic Johnson o Freddie Mercury, con distinta fortuna-, a Giuliani le dieron la espalda en el mundo del fútbol. Corradini, central con el que compartió equipo en Nápoles, dijo sobre él: “Me llamó la atención su madurez, sus ideales siempre iban adelante. No era un showman, pero sí un portero esencial. El fútbol lo olvidó porque siempre se alejó de esa enfermedad”.

Su mujer, Raffaella del Rosario, se separó de él cuando supo lo sucedido en Argentina y el positivo de su marido, pero luego estuvo a su lado en sus últimos días. Porque Giuliani murió como consecuencia del SIDA. Un día, tras llevar a su hija a la escuela, se desmayó en la calle. Nunca se recuperó. Era noviembre de 1996 y tenía apenas 38 años. Y fue la propia esposa de Giuliani la que denunció el abandono y la marginación que sufrió el portero tras conocerse su mal: “Por aquel entonces los jugadores lo temían, tenían miedo de ser comparados con determinados entornos. De hecho, todos desaparecieron. En el hospital – continúa – no había nadie más que yo. Murió solo de una enfermedad que le puede pasar a cualquiera. Era muy amigo de Fusi, Corradini, Renica y Zola, el grupo más tranquilo. Todos desaparecieron. Hace dos o tres años apareció Renica y me pidió perdón, me dijo: ‘Tenía miedo’. De alguna manera Los entiendo: escuchamos cosas alucinantes, había quien hablaba de fiestas gay y drogas, así que estos chicos prefirieron mantenerse alejados”.

Los futbolistas le dieron de lado, pero no la afición del Nápoles. En el estadio Diego Armando Maradona se sigue recordando a ese portero sobrio que cometió un error en su vida y lo pagó con su muerte física, deportiva… y social.

Fuentes:

http://www.culturaredonda.com.ar/giuliano-giuliani-cuando-el-futbol-olvida/

https://www.liberoquotidiano.it/news/sport/29354754/giuliano-giuliani-napoli-maradona-morto-aids-tradimento-sesso-argentina.html

https://www.mundodeportivo.com/futbol/internacional/20211114/1001704511/25-anos-muerte-sida-giuliano-giuliani-portero-napoles-maradona.html

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