No es común y por eso triunfa. Pedro Benito, uno de los delanteros que el domingo visitarán el estadio de El Arcángel con el Cádiz B, maneja con maestría sus redes sociales y en ellas ha cosechado, con gracia y espontaneidad, una legión de seguidores que le han hecho famoso entre la numerosa comunidad de jóvenes que utilizan youtube, tik-tok (donde cuenta con un millón de seguidores), twitch o Instagram.
Pedro Benito es el hijo de Alberto Benito-ex de Pegaso, Valencia, Toledo o Cádiz- y a sus 21 años ya se le puede llamar de usted tras haber terminado su carrera de marketing en Estados Unidos (también empezó a cursar Educación Física mientras militaba en UCAM, su anterior equipo).

El Cádiz es su equipo favorito porque en Cádiz nació, pero este atacante -metió doce goles el año pasado en la Tercera murciana- ha militado ya en la cantera del Almería, la del Swansea y el Anorthosis, en el Canillas, en un equipo de Oklahoma y otro de la Gardner-Webb University y en UCAM.
¿Y qué cuenta en sus vídeos? Cosas de su vida y de su pasión por el fútbol. El por qué de sus dorsales; el día que Messi y Cristiano le guiñaron un ojo cuando era recogepelotas en el Estadio de los Juegos del Mediterráneo; su llegada al Swansea; algún consejo que le ha ayudado en su vida; si se vive del fútbol en Tercera (spoiler: no); su día a día con sus colegas…
En una de sus últimas intervenciones incluso reflexiona sobre si debería o no seguir con su vida de influencer. Ahí reconoce que no necesita el dinero que recibe de sus redes para vivir y que lo hace únicamente porque lo pasa bien. Todo con una sonrisa en el rostro: “Me aburro mucho por las tardes. No soy hiperactivo, pero me siento un inútil si no hago nada por las tardes”.
El blondo atacante espera poder seguir adelante con su hobby –“No voy a dejar las redes mientras no me perjudiquen en nada. Mi prioridad es el fútbol y mientras pueda compaginarlo lo voy a hacer”– aunque con su fichaje por el Cádiz -que no permite entrevistas a sus jugadores ni técnicos a la prensa- no podrá hacer vídeos en días de partidos ni tampoco después de los partidos “si he perdido”.
Benito apunta hacia la fama con la cámara por delante mientras suda para conquistarla con el balón en los pies: “Quiero ser igual que cuando tenía diez personas en el directo. Empecé por las risas y sigo por las risas”. Su padre, que también fue director deportivo en el Cádiz, contó con gracia una anécdota en La Voz Digital: “Íbamos por la playa de Valdelagrana andando y de pronto cinco chicos nos paran y le piden hacerse una foto con él. ¡A él y no a mí!”. El fútbol 2.0 tiene estas cosas.
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