Urueña es una localidad de la Tierra de Campos vallisoletana con castillo, ermita y palomares. Sus sólidas murallas han resistido asedios y también al peor de los enemigos por estos páramos: la despoblación. Desde 2007 al atractivo de su casco histórico, que forma parte del selecto grupo de “Los pueblos más bonitos de España”, se le unió la declaración de Urueña como la única Villa del Libro de España. Actualmente hay en Urueña diez librerías especializadas, cuatro museos y el centro e-LEA (espacio para lectura, escritura y sus aplicaciones) para apenas 182 habitantes. Tal es la identificación del pueblo con su denominación que en la señalética de la carretera aparece muchas más veces repetido lo de “Villa del Libro” que el propio nombre de Urueña.
Los amantes de la lectura pueden encontrar libros especializados en temática castellana (en Alcaraván, la primera en llegar y propiedad de Jesús Martínez), en vinos (Enoteca), en cine (El Grifilm) o en periodismo, fotografía y viajes (Primera Página).

Nada más acceder a Urueña por la Puerta de la Villa aparece a mano derecha la Librería Primera Página. Junto a la puerta, gangas de entre uno y cinco euros -desde los Jóvenes Castores hasta El Bucle Melancólico de Jon Juaristi-. Dentro, una exquisita y actualizada selección de obras de historia, sociología y -sobre todo- de viajes y periodismo. También llama la atención un museo al público y otro más privado que tuve la enorme suerte de conocer.
Me identifiqué como ejerciente del periodismo al ir a pagar el primero de los dos libros que me compré –“Filosofía tuitera y estética columnista”, de Fernando Castro Flórez- y quien atendía detrás de la barra resultó ser Tamara Crespo, que es colaboradora del programa Entre dos luces en Radio Nacional de España. Hablamos de la problemática disyuntiva que ofrece ahora la profesión y nos explicó su trayectoria vital, que la llevó a lanzarse a la aventura de los libros junto con su pareja Fidel.

Nos despedimos con un hasta luego que resultó no ser de compromiso. Tras dar un último paseo por Urueña se me ocurrió cederle a la librería un ejemplar de mi mínimo “España como excusa” que llevaba en el coche y cuando estaba en ese trámite entraron en escena Fidel y su gato. Fidel resultó ser Fidel Raso, premio Manu Leguineche de Periodismo en 2016. El testimonio combinado de ambos convirtió aquello que ya me parecía un templo en una Catedral. Raso trabajó durante los años de plomo de ETA en Euskadi, ha retratado también el dolor que se vive en la frontera de Europa con África en Ceuta y Melilla y ha sido testigo de episodios históricos como la caída del Muro, la primera Guerra del Golfo y las primeras elecciones democráticas en la historia de Rusia. Trabajó -entre otros- para Diario 16, El País, El Expreso de Guayaquil de Ecuador y El Día de Valladolid.
“Por cierto, cuando estaba en Valladolid me pasó una historia que lo mismo te interesa como periodista deportivo. Si tienes un minuto te la cuento”.
Fidel subió a por una carpeta llena de recuerdos y me explicó el día 14 de marzo de 2001 se convirtió en el primer reportero gráfico cuyo trabajo sirvió para que el Comité de Competición dejara en evidencia a un árbitro. En tiempos de Var, el veterano fotógrafo me contó que en un Real Valladolid-Celta el árbitro Medina Cantalejo entendió que el delantero pucelano Alberto se tiró en el área rival ante la presencia del central -por cierto, ex cordobesista- Cáceres. El colegiado no dudó y le sacó una tarjeta amarilla que, al ser la segunda, supuso la expulsión de Alberto. Tras el partido, que el Valladolid perdió 1-2, el entonces redactor jefe de Deportes de El Día de Valladolid, Ángel Luis Menéndez, se dio cuenta de que la foto de Fidel Raso mostraba claramente que el defensa argentino pisaba al delantero castellano y también el propio club pucelano se percató de lo clarificadora de la imagen publicada en el diario y la adjuntaron como prueba en el recurso planteado al Comité de Competición. La resolución del organismo federativo explicó que en la foto “se pone de manifiesto que el jugador del Valladolid, lejos de dejarse caer, sufre la entrada de un contrario, que contacta con su pierna de apoyo, derribándole”. En consecuencia, el Comité dejó sin efecto disciplinario la tarjeta. Fue la primera vez que una fotografía sirvió de prueba para un recurso. Fue efectiva, lo que demuestra la calidad -y la importancia- de trabajo de reporteros gráficos como Fidel Raso.

Tras contarme la historia, Fidel quitó dos libros que tapaban una vitrina y me mostró las joyas ocultas de su colección y tal vez las que más pueden emocionar a un periodista deportivo: una acreditación del único París-Dakar que terminó en Sudáfrica, una del Mundial del 82 y otra del Tour del 92, al que acudió a toda prisa desde Madrid cuando se vislumbraba que iba a volver a ganarlo Induráin.
Dejé la librería “Primera Página” con una ilusión enorme. Fidel y Tamara dan testimonio de que no existen alfas y omegas en el periodismo. Sus largas y exitosas carreras han desembocado en una labor que les hace -eso se nota en su forma de comportarse y en cómo tienen su librería- muy felices. Antes de irme me regalaron un ejemplar de su “Urueña. Un destino de primera”, una preciosa historia de amor por la tierra forjada con las letras de Tamara y las fotos de Fidel.

La amabilidad y sencillez del premiado Fidel fue tal que hasta me acompañó al coche en el que esperaba con una paciencia impagable mi pareja Lole. Entonces le extendí una invitación a que volvieran a Córdoba que ahora, negro sobre blanco, reitero.
Este encuentro y esta historia han sido la sorpresa más agradable de mi viaje por España. Y lo mejor que te puede pasar en vacaciones es que te den motivos para, cuando toque, volver al trabajo. A mí, de momento, me han obligado a volver a escribir. Ojalá se me peguen todos los valores que Fidel y Tamara encarnan.
P.S. Mis agradecimientos también a Francisco Sánchez por aconsejarnos la visita a Urueña.
Fuentes:
https://elpais.com/cultura/2016/09/30/actualidad/1475253197_449955.html
Un comentario sobre “El fotógrafo de la Villa del Libro que le quitó una tarjeta a un jugador del Valladolid”