Moresnet, el extraño microestado neutral en mitad de Europa en el que se hablaba esperanto

Reconozco que esta vez no he encontrado la excusa del fútbol, porque no he podido descubrir ningún equipo que representara de manera más o menos oficial al curioso país sobre el que voy a escribir.

El Estado de Moresnet (o Moresnet Neutral) nació en 1816 tras el Congreso de Viena. La obligada reorganización de Europa tras la derrota de Napoleón en Waterloo generó movimientos de fronteras y el recién creado Reino Unido de los Países Bajos debía fijar sus límites con el Reino de Prusia. En casi todo estuvieron de acuerdo a la hora de trazar lindes menos en una franja de terreno cerca de Aquisgrán y Lieja de apenas 3,5 km² con forma triangular. Podría parecer un litigio ridículo si no fuera por el matiz de que en ese terreno se encontraba la mayor mina de zinc de Europa. Como estaba entre las localidades de Moresnet y Neu Moresnet, se decidió crear un Moresnet Neutral (y artificial).

Mapa del pequeño Moresnet Neutral, entre Alemania, Bélgica y Países Bajos

Con el sustento de la mina -llamada Altenberg o Vieille Montagne– y la vigilancia primero de Alemania y los Países Bajos y luego de Bélgica, que se independizó de los neerlandeses en 1830, sus pocos habitantes vivieron muy bien durante casi setenta años. Casi no tenían impuestos y el precio de los productos estaba exento de tasas. Contaban con banco, hospital, viviendas de alquiler y varias tiendas. Además, los salarios eran más altos que en los países vecinos. Con estas condiciones se explica que la población se multiplicara por diez en 40 años. La capital del pseudoestado se llamaba Kelmis (para los alemanes) o La Calamine (para los belgas) y el gobierno lo gestionaba un alcalde nombrado por dos comisionados: uno prusiano en Aquisgrán y otro belga en Verviers. Lo curioso del tema es que en un lugar creado para solventar el desaguisado provocado por Napoleón… el sistema legal en vigor era el Códice Napoleónico.

El problema para los apátridas de Moresnet -que aunque tenían bandera no tenían nacionalidad y podían elegir libremente si sentirse alemanes, belgas u holandeses- llegó a partir de 1885, cuando se terminó el zinc de sus minas. Para ganarse la vida pensaron en imprimir sus propios sellos para venderlos a coleccionistas o levantar un casino. Incluso el doctor de la mina, el masón Wilhelm Molly, ideó que Moresnet podría ser el lugar ideal para implantar el Esperanto y forjar a base del idioma un nuevo estado independiente. El 13 de agosto de 1908 unos 100 esperantistas llegados de todo el mundo proclamaron solemnemente el nuevo país de Amikejo (Amistad, en Esperanto), pero el asunto no agradó ni a Bélgica ni a Alemania, que temían que se consolidara la independencia de los neutrales (si es que llegaron a tener ese gentilicio).

Postal con los cuatro estados fronterizos: Bélgica, Países Bajos, Alemania… y Moresnet Neutral

El final de esta rareza llegó como empezó, con otra guerra. La del 14 provocó que Alemania y Bélgica pelearan sobre Moresnet y que, cuando se puso paz en Versalles, se entregaran los 3,5 km² al estado belga. Amigos y vecinos de esa zona fronteriza debieron pelear muy a su pesar en función de su afinidad a alguno de los dos contendientes. Durante la II Guerra Mundial nuevamente el Reich conquistó durante varios años Moresnet y una vez más cuando cesaron los disparos fue devuelto a Bélgica.

98 años de existencia tuvo este rincón insólito que incluso generó un cuadrifinio -una cuádruple frontera- al confluir en un punto los límites de Países Bajos, Bélgica, Alemania y… Moresnet.

Por cierto, un apunte: en La Calamine (o Kelmis) juega actualmente el Royal Football Club Union. Su mayor hito ha sido jugar en la tercera belga. Se fundó ya después de que Moresnet desapareciera (1923) y, naturalmente, en su página web las informaciones se dan tanto en francés como en alemán. Falta el esperanto.

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