El domingo, cuando el Cádiz juegue en El Arcángel, se cumplirán 34 años de un hito. El Cádiz se enfrentó el 18 de noviembre de 1984 al Deportivo de la Coruña en Carranza en partido de Segunda. Los amarillos, entrenados por Joanet, eran tan buenos que acabaron subiendo a Primera por cuarta -y penúltima- vez en su historia. Eran cadistas el mítico meta “Súper” Paco, “Mágico” González… y los dos hermanos Mejías. José Manuel (Mejías I) y Salvador (Mejías II).
Esa tarde de lluvia Mágico coló de falta el 1-0 por la escuadra en el primer tiempo y luego, ya en el segundo, entre los dos hermanos Mejías colaron seis goles más. Salvador, el más joven, metió tres antes de regalar otros dos a su hermano mayor y provocar un penalti que también lanzó y marcó Mejías I. 7-2 fue el resultado final de un encuentro trepidante que a buen seguro sirvió de aprendizaje para el entonces técnico deportivista, que no era otro que Arsenio Iglesias.
La saga de los Mejías del popular barrio del Avecrem gaditano no arranca en los años setenta. El padre de los Mejías ya marcaba goles -y los evitaba, porque parece ser que también jugaba a veces de portero- en el Hércules, uno de los clubes que forjaron el actual Cádiz.
Pepe Mejías (Mejías I) fue más regular que su hermano Salva (Mejías II), aunque a ambos su escasa capacidad de sacrificio les impidió llegar más lejos. Mejías I estuvo a punto de ser traspasado al Sevilla por setenta millones en ese año 1984, pero el Cádiz (Irigoyen, vamos) pedía cien. Tal vez por esa frustración, Pepe Mejías acabó de delegado de la AFE en el conjunto amarillo y llegó a declarar a El País: “es lógico que quiera prosperar, porque todo el mundo quiere ascender en la vida, pero a mí me cortan las aspiraciones los intereses económicos. Hasta ahora los futbolistas no disfrutábamos de unos derechos y beneficios que tiene cualquier trabajador. Para eso está la AFE”. Pepe finalmente pudo salir del Cádiz rumbo a Zaragoza en 1986 a cambio de 35 millones y la cesión de Conde. Así, dejó de ser Mejías I para ser, simplemente, Pepe Mejías y compartir vestuario con futbolistas como Pardeza, Señor… o incluso Rijkaard. Mejías I no era titular en ese equipazo, pero puede presumir de haber marcado en una Recopa en la que los maños llegaron a las semifinales. Dos años duró en La Romareda antes de iniciar una ruta por equipos que o bien descendían –Elche y Rayo– o bien se salvaban por los pelos como el propio Cádiz, donde terminó coincidiendo con otra leyenda como Kiko.
Salva Mejías (Mejías II) tenía más calidad, pero era más inconstante. Jugando para el Cádiz ya había compartido vestuario en la sub-21 con Julio Salinas, Zubizarreta, Butragueño, Míchel o Sanchís. Llegó a ser máximo goleador de Segunda (16 metió) con apenas 21 años superando en la última jornada al chileno Koke Contreras precisamente en un partido contra Las Palmas y gracias a la enésima asistencia de su hermano Pepe. Cuando recaló en el Murcia -(86-87)- le apodaron como “la moto” y Kubala, su técnico en La Condomina, llegó a decir de él que era el mejor extremo de Europa. Ayudó al Real Murcia –él y Tendillo, Tente Sánchez, Amador…- a completar la mejor temporada de su historia antes de marcharse al Celta a pesar de que los pimentoneros habían firmado a su hermano también. En Vigo tiene la difícil misión de suplir a Zoran Maric y ayudar con goles a una permanencia que no lograrían. En los escasos 25 encuentros que disputó en dos temporadas apenas anotó dos veces (y en Segunda). A partir de ahí, una errática ruta por el Elche -donde se reencontró con su hermano en Segunda B-, el San Fernando e incluso ya con 38 años en el Cotillas, equipo de la modesta población de Torre de Cotillas que dejó al borde del play-off de ascenso a Segunda B jugando a cambio de la promesa de un puesto de monitor en el Ayuntamiento tras su retirada. El adiós al fútbol no fue fácil para Salva Mejías. Después de trabajar de guardia de seguridad y de fracasar en tres negocios hosteleros en Cádiz, llegó a pedir empleo en 2012 a través de facebook: “Busco trabajo. No sé qué hacer con mi vida”, escribió. Quique Pina le ayudó en un momento en el que bordeaba la depresión.
Pero la saga no empezó en los setenta ni tampoco acabó con los dos Mejías. Fran Mejías Noya es hijo de Mejías I y trata de ganarse la vida como futbolista cuando no ejerce de albañil. Ahora milita en el Conil (Tercera G-X), pero en 2008 compartió entrenamientos con Jorge Werner González, el hijo de Mágico, en el Cádiz B. Ambos compartieron la nostalgia y la esperanza en un reportaje en La Voz de Cádiz. “A mí, un entrenador me dijo hace tiempo que por ser hijo de Mejías tendría que correr más que nadie. Y eso es injusto”, dijo Fran Mejías; “Ni yo ni nadie podrá ser lo que mi padre fue”, contó Jorge Werner. Sagas malditas y benditas. Benditas sagas malditas.
Fuentes:
https://elpais.com/diario/1984/11/23/deportes/470012412_850215.html
http://www.fameceleste.com/2012/03/los-vicios-de-mejias-no-le-dejan.html
https://www.lavozdigital.es/cadiz/20080516/deportes/cadiz/tras-sombra-grandes-20080516.html
https://www.lapreferente.com/J127046/conil-cf/fran-mejias.html
https://realmurcia.laverdad.es/noticias/201511/09/mala-cabeza-gran-futbolista-20151109004637-v.html
https://www.cadizcf.com/noticia/resena-historica-salva-mejias-pichichi-de-segunda-division
http://noticiascadistas.es/hoy-hace-33-anos-los-hermanos-mejias-desencadenados
https://realmurciamania.webnode.es/news/el-lado-mas-humano-de-salva-mejias/
Toni Cruz 