El Esperanto y su selección (inter)nacional de fútbol @EsperantoFT

“Futbalo estas la plej grava afero de ĉiuj tiuj, kiuj ne estas”. Escribiendo eso, en teoría, en casi cualquier rincón del mundo deberían -con poco esfuerzo- entender que estás diciendo que “el fútbol es la cosa más importante de todas las que no lo son”. Es esperanto, un idioma creado a finales del siglo XIX por el oftalmólogo judío polaco Ludwig Zamenhof para que todos los pueblos se comprendieran mejor a través de la lengua. Dicen que en apenas cuatro meses de estudio intenso se puede aprender este lenguaje basado en las lenguas occidentales, pero con sintaxis y morfología de influencia eslava y similitudes con lenguas aislantes como el chino el japonés. De hecho, se fundamenta en dieciséis normas fundamentales y su alfabeto es fonético.

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Escudo de la Federación de Fútbol de Esperanto (@EsperantoFT)

El Esperanto se conoció en su momento de apogeo como el «latín de los obreros» y tras su empuje inicial ha sido capaz de sobrevivir a dos guerras mundiales y a toda clase de regímenes en los que el nacionalismo ha ensalzado lo diferente a lo integrador. Actualmente la horquilla de esperantohablantes oscila entre cien mil y dos millones (sí, es una horquilla un poco amplia). En estos días -mañana termina- se está celebrando en Lisboa el 103º Congreso Universal de Esperanto -1400 inscritos de 70 países- y tomará su relevo en Badajoz el Congreso de la Organización Mundial de Jóvenes Esperantistas.

Pues bien, resulta que el fútbol también habla esperanto. Existe una singular selección nacional (más bien internacional, claro) que busca darse a conocer disputando partidos contra otros conjuntos que se encuentran bastante lejos de ser reconocidos por la FIFA. Vestidos de verde o de blanco, los esforzados futbolistas defienden la bonita bandera –verde con una estrella del mismo color sobre fondo blanco– de su sentimiento allá donde se reúnen para debatir sobre la salud de su idioma .

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Equipo de la selección de Esperanto (@EsperantoFT)

Hasta donde he podido indagar jugaron su primer encuentro coincidiendo con su 99º Congreso Mundial contra un combinado de descendientes armenios en Argentina (palmaron 8-3). Un duelo que fue noticia en el Diario Olé. Se le llamó a ese torneo la “Copa Hermandad Internacional”. Un año más tarde jugaron la “Copa Zamenhof” en honor a su fundador en Lille ante la selección del Sáhara Occidental y en los tres últimos años -que haya podido encontrar- han jugado contra un conjunto de una comunidad eslovaca (Zmos), contra la Selección Mapuche (los legendarios araucanos que actualmente son súbditos chilenos y argentinos) y ante un combinado coreano en Seúl (donde lograron su primera victoria, 1-0). El equipo “más extraño del planeta” según la Revista Lento jugó ayer mismo en Lisboa ante un equipo de veteranos del Quinta do Conde. He sido incapaz de conocer el resultado final.

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Aficionados de la selección esperantista (@EsperantoFT)

En todo caso, resulta singular la mera existencia de una selección conformada única y exclusivamente por una forma internacionalista de entender las relaciones humanas. Allá donde la globalización mal entendida y peor ejecutada ha generado artificio y disputas ellos tratan, golpeando la pelota mientras perfeccionan su idioma, de exponer que entenderse mejor es un reto asequible con voluntad. De hecho, quiero creer que el fútbol y el esperanto se concibieron para ese mismo fin: que los humanos nos comprendiésemos mejor.

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Recorte de la Revista Olé sobre la selección esperantista (@EsperantoFT)

3 comentarios sobre “El Esperanto y su selección (inter)nacional de fútbol @EsperantoFT

  1. Saluton! (que es hola en esperanto)

    Según el Jornal de Desporto, los veteranos del Quinta do Conde se llevaron el Trofeo Zamenhof por un contundente 7 a 1. Esperemos que en el Congreso Universal del año próximo, que se celebrará en Finlandia, los de la Verda Stelo (la estrella verde, uno de los símbolos del esperanto) vuelvan a reencontrarse con la victoria.

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