“Si lo hacés, me voy”. El narrador que dejó de contar un partido por cumplir una promesa

En España todo el mundo asocia la voz del gran relator argentino Marcelo Araujo a un error. No a un error cualquiera, sino probablemente a la mayor pifia mejor relatada de la historia de la televisión. Hablo, claro, del (no) gol de Sebastián Abreu en un San Lorenzo-River. Ya saben: “Silas, Montenegro, Silas, Abreu… y el gol de Abreu, el gol de Abreu, el gol de Abreu, Abreuuuu… Abreeeuuu, Abreeeuuu, A-BREU”. Esos giros en la entonación, ese premio convertido en regaño, ese toque de desesperación, como de coito interrumpido. Esas imágenes no se entienden sin esa voz.

Pues bien, unos años antes de ese gran momento Marcelo Araujo cantó aún mejor. Hizo lo que todo narrador debe hacer: cumplir con una promesa hecha a su público.

El 11 de noviembre de 1992, en la decimoctava fecha del Apertura, se enfrentaban Boca Juniors y Platense en el Estadio Libertadores de América. Boca llegaba a la cita tras una derrota sorprendente ante el Deportivo Español y necesitaba ganar a toda costa. El resultado era 2-0 al descanso, pero un disparo de Baena que no pudo detener el Mono Montoya llevó el susto al graderío xeneize, que empezó a cantar aquello de “Boca…Boca…Boca…Huevo…Huevo…Huevo”.

medero
Medero entrevistado antes del partido ante Platense (Youtube)

Y con 2-1 llegó el momento del joven Luis Adrián Medero. El Gardelito de Hurlingham –tal era su apodo- apenas tenía 19 años y disputaba sus primeros partidos de profesional. Medero tomó la pelota en su propio campo y empezó a deshacerse de rivales –Cascini, Cravero, Mayo y Baena- hasta que se adentró en el área del equipo calamar y batió a su portero Moriconi con un buen chut. Un auténtico golazo que fue sublimado por Araujo, que lo contó acelerando sus palabras mientras se iba acercando el desenlace y dejando en suspensión una promesa:

“Seis minutos veinte segundos le quedan al partido. Boca está ganando 2-1. Se viene Medero, Medero, Medero, Medero, Medero… si lo hacés, me voy. Mederoooo… gooooooooooooooooooooool de Boca. Luis Adrián Medero. Basta para mí, ¿eh? Señoras y señores. Buenas noches”.

Y se fue.

Los petardos y las tracas sonaban mientras su desconcertado e inseparable comentarista Enrique Macaya trataba de analizar lo sucedido con Walter Nelson. Con los años, Macaya lo explicó así: “cerró el micrófono y se echó a un costado. Y los que estábamos ahí seguir sin saber cómo porque nada de eso estaba planificado. Y se dio la circunstancia”. Y lo cuenta sin rencor, porque a su juicio “se dio una circunstancia más allá de la jugada. La expresión tribunera sorprendiendo a aquellos que trabajamos con él, con los propios periodistas. Que puede llegar a darse la gran jugada y especialmente en el fútbol argentino donde suelen voltear al jugador antes de que pueda llegar a concretar”.

Así que mientras Marcelo Araujo se iba marchando por los pasillos del estadio hacia su casa y Walter Nelson iba tomando su relevo e improvisando los últimos minutos de narración una promesa se iba cumpliendo.

Araujo cumplió con la primera premisa de un comunicador: ser fiel a lo que se dice. Como contó con el cadáver del partido aún caliente Macaya: “… y Araujo se fue. El gol de Medero lo ha despedido”.

Fuentes

https://www.musiclessons.com/youtube/watch?v=7_H9QA75vVE

https://www.youtube.com/watch?v=Qxm4JqYBddI

http://www.elperiodico.com/es/deportes/20170623/abreu-loco-sin-parar-6124366

https://www.youtube.com/watch?v=Q9Q8E95vy1Y

http://imborrableboca.blogspot.com.es/2011/01/el-gol-de-medero-platense.html

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