Nadie sabe dónde está lo que queda de Mané Garrincha. Al mejor regateador de todos los tiempos le enterraron en una modesta tumba en la que apenas se puede leer su nombre y una incorrecta fecha de fallecimiento –murió en 1983, pero en su lápida figura 1985-. Casi nadie se ha preocupado en más de treinta años de su recuerdo en Río hasta que el alcalde pensó en su figura para honrarla por lo que hubiera sido su 84º cumpleaños. Cuando fueron a buscar sus restos, apenas quedaba la lápida… pero nada de Garrincha, cuyos despojos habrían sido trasladados por alguien a otro lugar en secreto.
Nadie sabe dónde está Garrincha, pero todo el mundo que le vio galopar con el balón pegado a sus desiguales piernas recuerda a ese pájaro que pedía perdón a los defensas que trataban de pararle, sin lograrlo, con los medios más bruscos posibles.
Y en Córdoba también dejó su recuerdo. Sucedió un 13 de mayo de 1956. Su Botafogo hacía escala en la ciudad dentro de su gira por España para disputar el Trofeo Ciudad de Córdoba en un Arcángel que apenas tres semanas antes había vivido el primer ascenso a Segunda del recién renombrado Córdoba C.F.
En un día de mucho calor –de mayo cordobés, no es difícil imaginárselo- los dos equipos saltaron al campo portando las banderas del país del contrario mientras se interpretaban los himnos español y brasileño. Según ABC, el estadio presentó una gran entrada y los jugadores cordobesistas disputaron “el mejor partido de la temporada” (como si el Botafogo participara en Tercera española).
Pero el Fogao, que ganaría al año siguiente la liga carioca, era incuestionablemente muy superior en lo técnico. El cronista lo describe como “un completísimo equipo, dominadores sus hombres del balón y con una velocidad asombrosa” si bien –sorprendente- “adolecen de la falta de disparo, aunque cuando lo hacen es con una dureza peligrosísima”.
Por el Córdoba jugaron el Tenazas Sánchez Rojas; Navarro, José Luis, Alfaro; Mújica, Luisito; Sánchez, Joaquín, Araújo, Hermida y Fustero. Después entraron Jiménez, Encinas, Quintín, Outerelo (el primer extranjero del Córdoba, un uruguayo) y Corsim.
Para Botafogo se vistieron de corto Amaury (suplido por Pereyra Natero), Domício (Thomé) y Nílton Santos en defensa; Orlando Maia, Bob y Pampolini (Juvenal) en el centro del campo y Garrincha (Neyvaldo), Didi, Alarcón (Wilson Moreira), João Carlos (Mário) y Rodrigues en ataque.
El anónimo corresponsal de ABC destaca a la línea defensiva al completo de Botafogo, en especial a Nílton Santos -que ya había estado en la selección brasileña subcampeona del 50 y que estuvo en las campeonas del 58 y 62. Su nombre es ahora el del campo del Botafogo- y en ataque a Didí –campeón también en el 58 en Suecia y que llegara a probar fugazmente por el Madrid en el 59-. A Didí le cataloga de “verdadera maravilla”. Ni una palabra del entonces joven (22 años) Garrincha que fue sustituido –no se sabe en qué minuto- por Neyvaldo. Lo mismo ese día se había pasado con la ingesta de sus famosos cuba-libres que hacía pasar por cocacolas.
Al parecer los cordobesistas presentaron una digna oposición, destacando por su “entusiasmo”. El goleador Araújo antes de lesionarse estuvo muy activo y varios de los suplentes –atendiendo a la crónica- también.
Hubo siete goles para regocijo de los asistentes a El Arcángel. Por el Botafogo colaron Joao Carlos por partida doble (10’ y 27’), Alarcón en el 31’ y Rodrigues de cabeza en el 35’mientras que en el bando local marcaron Joaquín en el 6’ a pase de Heredia, Sánchez 23’ y Fustero en el 39’ para establecer el definitivo 3-4. Es decir, en dos ocasiones el Córdoba se puso por delante del Botafogo de Garrincha cuando los amistosos no eran tan amistosos. Según la crónica de Mundo Deportivo, de hecho, los brasileños se emplearon con mucha dureza tras colar el cuarto, por eso se lesionó Araújo.
Al final, ese día de mayo del 56 unos diez o doce mil cordobeses se fueron a sus casas contentos porque su equipo, que acababa de subir a Segunda, había sido el primero en meterle tres en España a todo un coloso sudamericano. Y también, aunque la inmensa mayoría no se hubiera dado cuenta ese día, porque habían visto en acción durante unos minutos a uno de los mejores jugadores de la historia de este espectáculo. Casi nada.
Fuentes:
@laligaennumeros (Álvaro Vega)
http://mundobotafogo.blogspot.com.es/2012/02/1955-copa-caritas-de-futebol_25.html
http://www.marca.com/futbol/resto-america/2017/05/31/592eedeb268e3e02248b47bb.html
Hemeroteca ABC
Hemeroteca Mundo Deportivo