Recordando y olvidando (1-1)

Cuando un equipo está bien, hace cosas que no solía hacer. “No recordar es tan terrible como volver a recordar”, escribió su “El ciego en la ventana” Masoliver Ródenas. Y recordando o sin recordar, el nombre de Soria y del Numancia genera regomello en el castigado lóbulo frontal de los cordobesistas. Historias de batallas perdidas y de gestas abortadas por la realidad.

Pero no es justo hablar del pasado al contar el presente. Sobre todo si el presente no es malo sino todo lo contrario, aunque la tarde pareciera encaminarse al castigo.

El Córdoba tenía bajas en defensa (Deivid, Cisma y –casi- Samu y Antoñito) y era natural que el equipo de Oltra se resintiera. Y un callo pequeño en Los Pajaritos se convierte en cáncer cuando uno tiene delante un rival como este Numancia. Porque Arrasate, listo, apostó por dejar maniobrar de inicio a su rival para pillarle en un renuncio. Y les –nos- pillaron durante una primera mitad que hubiera resultado del todo irrelevante si no hubiera mediado ese error de Samu –secundado por otro de Bijimine– que aprovecharon como se les presupone por su calidad primero Julio Álvarez y luego Manu del Moral. El 1-0 y la sensación de nublado que exhibían los nuestros invitaban al pesimismo. Más todavía estando en Soria. Para colmo, Rodri vio una amarilla que le dejará fuera de juego ante el Sevilla Atlético. Poco bueno más que contar de la primera mitad…

pero también poco malo más por decir. De ahí las esperanzas. No había jugado en absoluto bien para ganar el Córdoba, pero tampoco tan mal como para ir perdiendo.

numancia

Además, Oltra está en estado de gracia y movió el banquillo quitando a Caballero y colocando en su lugar a Bergdich. Probablemente no fue el cambio que muchos hubieran (hubiéramos) hecho, pero funcionó. Cuando el Córdoba regresó de los vestuarios parecía otro. Con más empuje, empaque, brío, velocidad y claridad de ideas. Fue un arranque parecido al del Zaragoza el pasado fin de semana, aunque con menos ocasiones claras. Bastó un saque de esquina perfectamente ejecutado por Donoso y rematado con elegancia a la red por Caro de cabeza. El lateral completaba con el tanto unas semanas mágicas en las que ha pasado del ostracismo a la titularidad indiscutible. Es lo que tiene el fútbol.

A partir del tanto, el Numancia volvió a despertar. Arrasate efectuó un cambio con el que conquistó el centro del campo (quitó a Nacho y metió a Jairo), pero ahí surgió la figura de Héctor Rodas para reivindicarse en el centro de la defensa. Lo necesitaba. Le necesitábamos. El valenciano abortó hasta tres ocasiones claras de los numantinos (especialmente incisivo Manu del Moral) hasta que la entrada de Piovoccari primero y de Borja Domínguez después aplacaron el ímpetu local. Al final, incluso llegaron a generar los nuestros un par de ocasiones postreras que permitieron aliviar el temido sprint a la desesperada de los rojillos.

Cinco partidos sin perder. Uno de ellos, éste, cambiando en parte una historia (triste) que parecía avecinarse de manera implacable. Un equipo, estando bien, es capaz de cambiar hasta la historia. Que dure.

JUGARON

POR EL C.D. NUMANCIA. Aitor Fernández; Unai Medina, Regalón, Callens, Ripa; Íñigo Pérez (Capilla, 83’), Ruiz de Galarreta (Escassi, 23’); Nacho (Jairo, 72’), Marc Mateu, Julio Álvarez; Manu del Moral.

POR EL CÓRDOBA C.F. Kieszek; Caro, Bijimine, Héctor Rodas, Samu de los Reyes; Luso, Caballero (Bergdich, 46’); Guille Donoso (Borja Domínguez, 78’), Alfaro, Juli; Rodri (Piovaccari, 63’).

GOLES: 1-0, Manu del Moral (18’); 1-1, Caro (52’)

ÁRBITRO: Eiriz Mata (gallego). Amarillas al local Escassi (90’) y a los visitantes Rodri (35’) y Héctor Rodas, 59’).

ESTADIO: Los Pajaritos, unos 3.000 espectadores.

Deja un comentario