Mi crónica: Yodo contra los miedos (1-0)

A veces puede que exageremos todo. O no. No lo sé. Yo no era optimista antes del partido ante el Levante. Tal vez usted, que me lee, tampoco. Conozco a mucha gente que no tenía ninguna esperanza de que pudiéramos ganar. Pensaban en el encefalograma plano exhibido en Huesca y le pedían a Dios uno y al Destino otros que fuera clemente ante el Titán que nos iba a devorar.

Quizá sea que seamos andaluces y que estemos condenados a la hipérbole. Quizás nos sintamos mejor lamiéndonos las heridas con sal en lugar de con yodo. Quizá sea, simplemente, que nos guste ser del Córdoba y nos cueste relativizar.

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El primer paso para  restañar el daño llegó al ver la alineación. Bijimine, un central rápido, para taponar el daño que pudiera hacer Roger cayendo a banda. Bien. Caballero, un futbolista cerebral, como forma de generar algo de juego de ataque después de la demostración de nulidad de Huesca. Mejor.

Oltra no fue de farol cuando dijo que quería quitarle el balón al Levante y sus futbolistas, obedientes a su técnico, lo consiguieron. Luso, mucho mejor con Caballero al lado, se creció ante Insa y Campaña; Rodri, por su parte, se contagió de la magia de su compañero y asistió con inteligencia para que Guille Donoso anotara un gol que terminara de encarrilar el sábado. Fue un buen gol. Un gran gol. Su primer gol profesional. No lo olvidará.

Donoso estuvo muy bien por la derecha, demostrando que algunos nos equivocábamos pensando que la baja de Pedro Ríos tenía difícil arreglo. Peor estuvo Alfaro, que tal vez sea el siguiente en salir del once. Pero no es día para reproches. Funcionó la defensa, el medio y el ataque (aunque el pero estuviera en el punto de mira, desviado durante los noventa y pico minutos que duró el pleito).

El Levante, por cierto, horroroso. Su defensa tiró fatal el fuera de juego; Campaña estuvo torpísimo con el balón en los pies y Roger, que le debe mucho al Córdoba sin haber jugado aquí, apenas fue fe y coraje. En el malestar del equipo de Muñiz tuvo mucho que ver la actitud decidida del Córdoba.

Y, a pesar de la neta superioridad, pudo haber rascado algo el equipo valenciano. Hubiera sido injusto, pero Montañés –que le exigió mucho en la segunda mitad a Antoñito- tuvo una oportunidad clarísima que tuvo que abortar Kieszek.

Partido y resultado para quitarnos miedos. Ni somos ni seremos tan buenos como lo de hoy ni somos ni seremos tan malos como el domingo anterior. En conservar la cabeza en ambos momentos y aprovechar las inercias radicará el éxito final. La siguiente oportunidad llegará, afortunadamente, pronto. En Alcorcón. El martes. Ahí comprobaremos si de verdad el camino se ha empezado a andar. JUGARON

POR EL CÓRDOBA C.F. Kieszek; Antoñito, Bijimine, Deivid, Cisma; Luso (Edu Ramos, 79’), Caballero; Guille Donoso (Bergdich, 67’), Alfaro (Borja Domínguez, 84’), Juli; Rodri.

POR EL LEVANTE U.D. Remiro; Pedro López, Chema, Postigo, Abraham; Campaña (Rafael, 55’), Natxo Insa (Jefferson Lerma, 71’); Espinosa, Jason (Montañés, 46’), Morales; Roger.

GOL: 1-0 Guille Donoso (11’).

ÁRBITRO: Sagués Oscoz (vasco). Amarillas al local Deivid (83’) y a los visitantes Chema Rodríguez (67’), Jefferson Lerma (81’) y Abraham Minero (92’).

ESTADIO:  El Arcángel, unos 14.000 espectadores.

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