Mi crónica: Con-venció (1-0)

El Córdoba jugó muy bien al fútbol ante el Tenerife. Es una frase de construcción simple, pero complicadísima de escribir. José Luis Oltra avisó de que su equipo estaba más hecho que en el verano pasado y se pudo comprobar –siempre cuando jugaban los que se demostró que son los titulares claros- en los amistosos veraniegos. Y dirán, ¿Qué es jugar bien? Atacar la pelota cuando el rival la tiene con hambre para tenerla, manejarla con sabiduría cuando se posee y ser listo y decidido en el área ajena y la propia. Si un equipo domina esos tres conceptos, huele a gloria y a santidad. Es pronto para mayores euforias que las que puedan generan los tres puntos cosechados, pero el Córdoba convenció ante el Tenerife, lo que viene a decir que venció con un plus extra de calidad y con el propio sentir de sus aficionados, que disfrutaron e incluso vivieron casi relajados el tramo final.

El Córdoba manejó a su antojo todas las fases del choque. De inicio, el 4-4-1-1 de Oltra permitía la fluidez del balón merced a la buena coordinación de Edu Ramos y Luso, la sobriedad y la tranquilidad de los centrales que jamás se precipitaron y, sobre todo, a la cantidad de campo que ganaba por el costado diestro Antoñito, que formó una sociedad perfecta con Pedro Ríos o con Juli (otro elemento en el que el equipo ha mejorado: dinamismo y movilidad).

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Cuando tocaba defender, los jugadores cordobesistas hicieron un alarde de cualidades físicas impropias de estas alturas de temporada. Parecían de otra liga que los de un Tenerife flojo y carente de brillantez en los metros finales –en gran medida debido a las ausencias de Nano y Lozano-.

Así, las ocasiones –no muchas, pero sí claras- comenzaron a llegar. Un centro de Pedro Ríos por la derecha estuvo a punto de ser rematado por Rodri. En el 27, a la segunda, llegó el primer gol de la temporada. En una jugada ensayada, aunque fuera con la colaboración de un defensa del Tenerife al peinar el balón. Otra buena noticia, como que marcara Alejandro Alfaro después de dos años sin lograrlo.

El gol terminó de hundir al Tenerife para el resto de primera mitad. Martí trató de reflotar su nave dando entrada a Cristo González por un desaparecido Álex García, pero no le funcionó. En todo el segundo tiempo, su única oportunidad fue un remate de cabeza del central Jorge que desvió muy bien Kieszek. El polaco se estrenó en España con mucho tino. Tal vez sea menos espectacular que Razak, pero desde luego aporta mucha mayor sensación de seguridad.

Oltra replicó a quien fuera su pupilo plantando un 4-1-4-1 en el que primero Luso y luego Bijimine cumplieron con creces por delante de la defensa. Casi ningún apuro pasó El Arcángel durante el tramo final del choque. Incluso pudo aumentar la renta si Alfaro hubiera tenido un césped decente sobre el que lanzar el dudoso penalti que pitaron por un agarrón a Luso.

Fernando Savater explica mientras debate sobre las muchas formas de la Fe en “La vida eterna” que hay personas cultas y racionalistas que “creen que creen” (alegando a un libro de Gianni Vattimo) y que también los hay que fingen que creen por el gusto de parecer devotos. El Córdoba hoy ha dado argumentos para creer y ser devotos a una idea y un estilo. Si ya encima trajeran a ese par de jugadores que pueden faltar para poner la guinda al pastel… no creer sería de herejes.

JUGARON

POR EL CÓRDOBA C.F: Kieszek; Antoñito, Rodas, Deivid, Cisma; Edu Ramos, Luso (Bijimine, 86’); Pedro Ríos (Borja Domínguez, 69), Alfaro (Donoso, 76’), Juli y Rodri.

POR EL CD TENERIFE: Dani H; Cámara, Jorge, Carlos Ruiz, Iñaki, Edu Oriol (Ale, 65’), Álex García (Cristo, 45’), Aitor Sanz (Pipo, 89’), Suso Santana, Vitolo y Omar.

ÁRBITRO: Prieto Iglesias (Navarro) amonestó con amarilla a los locales: Rodri (64’), Edu (89’) y a los visitantes: Raúl Cámara (67’), Saenz (68’), Sanz (83).

GOL: 1-0: Alfaro (27’).

ESTADIO: El Arcángel,12456 espectadores.

 

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