En mitad del desenfreno de la feria se jugará un drama. Córdoba y Elche buscarán prolongar el suspense, sus respectivos particulares suspenses, en un encuentro que no admite pactos. El que pierda dirá prácticamente adiós al play-off; el que gane, se ganará el derecho a seguir viviendo un drama para buscar un final feliz.
Los nuestros cuentan con el pírrico aval de que peor que lo hicieron en la segunda parte de Palamós no pueden hacerlo (una weltanschauung o cosmovisión futbolera muy recurrente en los últimos tiempos por aquí). Con eso y con que, a fin de cuentas, algún día tiene que volver a ser el día de los Fidel, Florin, Xisco, Pedro Ríos y compañía. Porque ahora que parece que el equipo defiende un poco mejor (un poco nada más, baste recordar cómo encajamos los últimos goles) a los nuestros se les ha olvidado cómo meterla (con perdón).
Es imposible pronosticar si Oltra cambiará mucho o poco su once a tenor de lo que ha dicho en sala de prensa. La buena noticia de que Cisma podría jugar llegó como agua de Mayo tanto para el primer equipo como para el segundo (Abel Moreno estará fresco para Carrión y su filial el domingo). Así que parece improbable que toque algo el valenciano de los cinco de atrás (es decir: Razak; Stankevicius, Rodas, Deivid y Cisma). Arriba, con la recuperación de Pedro Ríos la continuidad de un Nando García gris resulta improbable. En el otro costado correrá Fidel, que es consciente de que tiene una deuda consigo mismo después de lo del fin de semana pasado. Arriba, un Xisco en plena forma y un Andone en plena pelea con el mundo.
La gran cuestión radica en quién compondrá el centro del campo. Contra el criterio de casi todo el cordobesismo, Oltra le ha dado una continuidad a Eddy en el doble pivote que no le está sentando bien ni al equipo ni al propio azerí. Ante el Elche podría vestirse de corto Luso de nuevo junto a Caballero. O hacerlo Markovic. Quién sabe. El que no estará seguro será el descartado Víctor Pérez. El año horrible del manchego parece no tener fin.
Enfrente un equipo al alza. Once partidos sin perder llevan los ilicitanos (muchos empates, los que a nosotros nos faltan para estar en zona de play-off). Baraja ha hecho de la carencia y de la sencillez virtud y ha conseguido que su equipo defienda con el alma y, a partir de ahí, se ciña a un guion de transiciones rápidas y un delantero con ángel como Sergio León (20 goles ya). Tienen, ojo, buenos lanzadores a balón parado y una gran gama de acciones de estrategia. Dos ausencias por lesión Eldin y Pol Freixenet (el portero suplente), pero vuelven Mandi y Espinosa así como Hugo Álvarez. Será muy complicado y más si los aficionados que acompañarán a los levantinos llevan la voz cantante en El Arcángel.
Drama para continuar viviendo en un drama y huir de la comedia final. Y otro drama, éste de verdad, sobrevenido con el fallecimiento de Pepe Urbano, el hombre que cuidaba de la Ciudad Deportiva y que antes vistiera de corto en más de 170 ocasiones para los blanquiverdes en Segunda. Le dedicarán un minuto de silencio antes del partido. Ojalá le puedan los noventa minutos siguientes.