Mi crónica: El triunfo de la lógica (0-2)

En el fútbol nada es casual. Me lo han dicho muchas veces gente que sabe realmente de esto –no como yo, que apenas soy un juntaletras y un vocero-. El Córdoba llevaba, hasta este domingo, casi cuatro meses sin dejar su portería virgen. Muchísimo tiempo para un conjunto que quiere subir. En ese largo periodo de tiempo su técnico ha probado casi de todo (4-2-3-1, 4-1-4-1, 3-5-2…) en pos de una mejoría colectiva que, sin embargo, no estaba en los números sino en la lógica. Con futbolistas como Fidel, Pedro Ríos, Xisco y Andone, al Córdoba no le hace falta generar muchísimas ocasiones de peligro sino tener mucho espacio para correr. De hecho, dotando de equilibrio al centro del campo y juntando las líneas debía ser aval más que suficiente para cosechar puntos en cualquier sitio (incluyo El Arcángel).

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La afición del Córdoba presente en Huesca, apoyando a su equipo. Foto gentileza de Javier Serrano (Sangre Blanquiverde)

 

O bien en su momento faltó paciencia o bien sobró urgencia, pero en El Alcoraz quedó demostrado que la forma de jugar que mejor le sienta a este equipo es el 4-4-2 y que, hoy por hoy, que las bandas sean más o menos largas o que el centro del campo deba estar más reforzado para así tener más posesión es absolutamente secundario.

De inicio, y con Cisma y Deivid por Abel y Bijimine, se vio que el equipo de Oltra iba en serio en Huesca. No se achantó ante las malas artes de Nagore e Íñigo López ni tampoco con la velocidad de los venezolanos Machís y González por bandas. Luso y Caballero se sincronizaban muy bien en el centro. Faltaba llegada, pero –y volvemos al inicio de esta disertación– eso es justo lo que nunca le falta al Córdoba.

En el 33 comenzó un breve pero eficaz asedio a la portería de Leo Franco. Primero disparó Stankevicius, poco después fue Pedro Ríos y luego, en el saque de esquina en el que derivó su disparo, un buen saque de esquina de Fidel fue rematado con picardía por Xisco.

0-1. Quedaba lo más difícil. ¿Cómo iba a asimilar el gol a favor el Córdoba? En este caso bien, porque el equilibrio y el orden les permitía defender con más tranquilidad y sin agobios. Así se llegó al descanso.

El paso por los vestuarios no afectó a la forma de asimilar el partido de unos y otros. El Huesca buscaba hacer daño con precipitación y sin orden mientras que el Córdoba se atrincheraba con solidez y buscaba salir rápido al contragolpe. Tras un aviso de González para los nuestros y otro de Xisco para los oscenses, llegó el 0-2 en una acción de lucha de Pedro Ríos por su costado y de perfecta ejecución –una vez más- de Andone.

A partir de ahí (minuto 52), el Córdoba sufrió –como es lógico ante un enemigo que se está jugando la vida– pero no de la misma manera que en todos los partidos de la segunda vuelta. No hubo un aluvión de llegadas, ni se produjeron despistes gruesos, ni hubo acciones desconcertantes. El orden no se alteró ni con el –muy discutible– cambio de Xisco por Eddy, que hizo que el equipo retornara al 4-1-4-1 que tan regular le sienta. Anquela también realizó un cambio extraño sentando a Machís por José Gaspar. Se ve que pretendía colocar en el campo a un centrador más fino.

En el tramo final, una buena dosis de frialdad para simular molestias físicas (ojo con la de Luso que sí pareció verdadera) y un ejercicio completo de concentración permitieron disfrazar la victoria de plácida.

En suma, el Córdoba ha vuelto a parecerse al que nos hizo disfrutar por la vía del sufrimiento con sentido. Ha vuelto a la lógica y al equilibrio. Si se mantiene ese sistema –que sí que importa, como se ha visto hoy– y los jugadores mantienen la concentración de hoy, aún es posible engancharse a los puestos de play-off.

JUGARON

POR EL HUESCA: Leo Franco; Nagore (Figueroa 55’), Jesús (Camacho 73’), Íñigo López, Christian Fernández; Fran Mérida, Aguilera, Álex González, Samuel Saiz, Darwin Machís (José Gaspar 71’); Arruabarrena.

POR EL CÓRDOBA: Razak; Stankevicius, Deivid, Rodas, Cisma; Pedro Ríos, Caballero, Luso (Markovic 80’), Fidel; Xisco (Eddy 64’) y Florín (Pineda 88’).

GOLES: 0-1 Xisco (34’) 0-2 Florín Andone (53’)

ÁRBITRO: Ruipérez Marín (manchego) Amarillas a Nagore y Héctor Figueroa por el Huesca y a Fidel, Florín, Pedro Ríos y Cisma por el Córdoba.

ESTADIO: El Alcoraz, unos 3.000 espectadores, unos 100 de ellos de la peña cordobesista Sangre Blanquiverde.

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