Mi previa: En el campo, la verdad (Huesca-Córdoba, El Alcoraz, domingo 17 de abril, 17:00 horas)

La letra del himno del Córdoba es tan redonda que hasta ofrece respuestas de puro pragmatismo en los momentos más complicados. La semana, intensa y ruidosa, desemboca en un encuentro que puede ser alfa y omega, principio y fin de algo. El domingo Oltra llegó a estar virtualmente despedido y el jueves a eso de las dos, ratificado por la Dirección Deportiva y por los capitanes. Nunca, que se haya leído o escuchado, por el Presidente. Los discursos fueron de intensidad variada, destacando el de Deivid, que condicionaba el ascenso a la continuidad de su técnico.

Las palabras no se las lleva el viento, ojo a la hemeroteca en función de las circunstancias, pero realmente el único lugar donde todo lo expuesto debe ser plasmado con hechos es el verde de El Alcoraz. Allí se jugará el domingo el Córdoba tres puntos y muchas ilusiones. Los futbolistas que tanto han protegido al entrenador valenciano tienen que demostrar desde el principio –no como ante el Albacete– que desean y pueden. Que saben y quieren. Que están capacitados para revertir la situación. Que lo que dicen, lo dicen desde la verdad.

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Porque, y en eso ya empezamos a estar de acuerdo, aunque el 4-4-2 era la táctica del Córdoba líder, a estas alturas ya de poco importa que empecemos con dos mediocentros, con tres o con el Espíritu Santo de stopper. La cuestión ya trasciende los números y alude a las sensaciones. Para ganar en Huesca –el campo en el que más equipos han sumado, pero donde perdió la semana pasada el Nàstic-, el Córdoba necesitará aplicarse al máximo en intensidad, en concentración y en casta. Deberá tener muchísimo cuidado por los dos flancos del rival –Machís y Alexander González, ambos venezolanos, tienen velocidad y desborde, que es justo lo que más problemas nos está creando- y también con el tiro desde media distancia de Fran Mérida. Eso para no perder, porque para ganar nos puede bastar con encontrar la conexión entre Fidel y Florin Andone (aunque no estaría mal, si nos ponemos exigentes, hallar otros caminos hacia el gol). Por lo dicho, y por lo que se intuye, Cisma puede ser la novedad en el costado izquierdo después de la mala tarde de Moreno ante el Albacete, y Luso puede acompañar a Markovic en el centro del campo. Es decir, una vuelta a los orígenes. Anquela, con la única baja de Morillas, podría repetir muchas de las piezas que le dieron tanto rédito defensivo ante el Nàstic, por lo que Íñigo López –duele recordar su nombre– empezaría en el banquillo.

Será en El Alcoraz, campo donde el Córdoba subió hace casi diez años a Segunda (el tiempo pasa volando, el recuerdo no). Si ganamos, si ganan, en el campo habrá estado toda la verdad. Si perdemos, si pierden, habrá que estar pendientes de cuánto de mensaje sincero y cuánto de postureo ha salido a la palestra durante esta última semana. Que sea lo primero por el bien común.

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