Todo un clásico esta semana. Los Rolling incluyeron esta canción que fabricaron entre Mick Jagger y Keith Richards en su álbum “Let it bleed”. El título –“no siempre puedes conseguir lo que quieres”- hace alusión a la eterna insatisfacción en consonancia con la dificultad para encontrar la plena felicidad. Jagger la definió como “una buena canción, con la que la gente se puede sentir identificada porque nadie consigue siempre lo que quiere. Tiene una buena melodía y buenos arreglos orquestales. Tiene todos los ingredientes”.
En la tercera estrofa aparece un tal “Mr.Jimmy” que se cree que podía ser un tal Jimmy Hutmaker. Hutmaker era un personaje estrafalario de Excelsior (Minnesota) que caminaba muchos kilómetros cada día hablando solo, pero que al parecer tenía sorprendentes momentos de lucidez. Cuando en el 64 los Stones actuaron allí en su primera gira americana no fueron bien recibidos. La leyenda cuenta que Jagger fue a un supermercado local a comprar una Cherry Coke, pero el dependiente le dijo que no tenían. Jimmy Hutmaker, que estaba al lado de Jagger, le dijo la frase que luego hicieron universal: “Well, you can’t always get what you want”. La leyenda también dice que Hutmaker estuvo presente en el siguiente concierto de los Rolling en Minneapolis porque le pusieron a su disposición una limusina (parece más probable que fuera un regalo de sus amigos comerciantes de la zona).
Otro detalle: la “Chelsea Drugstore” de la que habla la canción se refiere a una real que existía en la King´s Road londinense. En realidad no era una Drugstore –o sí en un sentido amplio-, sino un pub en el que Kubrick rodó partes de su Naranja Mecánica (actualmente, qué pena, es un McDonald´s).
El crítico Richie Unterberger considera la canción –atendiendo a las palabras de Lennon de que los Rolling copiaban las canciones de los Beatles- como una contestación de “Hey Jude”. Curiosamente, Jagger comentó en 1969: “Me encantó lo que los Beatles hicieron en ‘Hey Jude’. La orquesta no sólo sirve para cubrir algo extra. Podemos hacer algo igual para el próximo disco”. El coro que adorna la canción, por cierto, es el London Bach Choir, que cuando se enteró de que el título del álbum era “Let it bleed” e incluía una canción dedicada a un asesino en serie (“Midnight rambler”) quiso quitar su nombre de los créditos. Demasiado tarde.
Disfruten de este temazo e interpreten a su gusto si la letra tiene mucho de reconfortante o un tanto de conformista. Quien no se conforma, de todos modos…