El novelista (y Nobel) Claude Simon aconsejó: “No trates de recordar cómo fueron las cosas, eso nunca lo sabrás”. ¿De qué nos sirve pensar mañana en lo que pasó ante el Alavés? ¿De que, incluso y en el sentido contrario, recordar la buena racha anterior? Nunca comprenderemos en toda su extensión ni la derrota en Mendizorroza ni tampoco los buenos momentos vividos en las seis semanas precedentes. Es más, si comparáramos con frialdad tal vez encontráramos peores instantes en otros choques que en el único que perdimos en dos meses.
El Córdoba juega ante el Nàstic en El Arcángel el partido que da comienzo al segundo de los cuatro tramos en los que se divide el larguísimo campeonato de Segunda (es la jornada once). Es segundo y el rival es sexto. Lo hace sin bajas –dejando lo de Caballero a un lado-, pero con la sensación de que podrían producirse cambios en la alineación. El exceso de nerviosismo evidenciado por Stankevicius tanto en el último choque como durante la semana de entrenamiento le puede condenar al banquillo y sacar a Albert Dalmau del ostracismo (en el que ahora cae López Silva).
El cambio en el lateral diestro podría venir acompañado de un relevo en la portería o, incluso, de algún retoque en el centro del campo –Markovic lleva un par de partidos a un nivel inferior al exigido-. No es nada serio. Ni algo grave. Los futbolistas pueden atravesar momentos altos y bajos y la misión de Oltra –una de ellas- es detectar quién está mejor y darle la oportunidad que se merece. Si atina, tendremos mucho ganado.
El Nàstic no hace un fútbol brillante, pero es un ejemplo de entrega y fe. Ha sido capaz de sumar en situaciones extremas –sin ir más lejos la semana pasada en Soria tras ofrecer una imagen bastante pobre- y, por eso, se encuentra en una posición extraña para un recién ascendido. Además, que Vicente Moreno haya decidido quedarse a pesar de haber sonado con fuerza para dirigir al Levante es un acicate más para una plantilla unida. Tiene dos laterales de gran potencial como Mossa y Jordi Calavera, al ex blanquiverde Iago Bouzón –será aplaudido- en el centro de la defensa y a otros dos jugadores interesantes como Naranjo y Jean Luc en puestos más adelantados. No obstante, en teoría y a pesar de su buena dinámica, por juego y por calidad se encuentran un peldaño por debajo de los cordobesistas. Pero están menos exigidos.
De nada sirve centrarnos en la racha perdida ni en lo que está por llegar. Tres puntos a sudar en un ambiente –seguro- de gala. Un bonito día para conseguir algo que, a corto-medio plazo y como decía Simon, seremos incapaces de recordar.