El temazo de la semana: «Hit me with your rhythm stick» (Ian Dury and the Blockheads, 1978)

Tras el periodo vacacional regresan los temazos de los miércoles. Y lo hacen con fuerza, con un clásico del gran Ian Dury. Dury, nacido en el 42, padeció en la infancia la polio tras bañarse en una alberca contaminada, lo que le dejó una huella indeleble en su físico, necesitando un bastón para caminar (y aun así lo hacía cojeando). La enfermedad y sus secuelas le marcaron también su carácter irascible y rabioso por momentos con su familia y esposa.

Ian DuryDespués de no tener tregua en los colegios internos a los que su familia le envió, se encontró con la música como válvula de escape y forma de expresarse. Le sedujo el soul –Redding y James Brown- , pero le terminó de convencer Gene Vincent, que además también sufría una cojera por un accidente de tráfico (incluso le dedicó posteriormente una canción: “Sweet Gene Vincent”).

En los 70 monta un grupo llamado Kilburn and the High Roads que apenas duran cuatro años porque no pasan de actuar en pequeños locales. Comienza a ser conocido actuando ya en solitario de telonero de artistas como Elvis Costello. Es un protopunk del que tal vez sea el principal representante.

En el 77 lanza un primer álbum (“New Boots And Panties!!”) del que excluye la que tal vez fuera su single más conocido: el himno punk “Sex and drugs and Rock and roll”.  Y poco después, ya en compañía de los Blockheads, lanza el temazo de esta semana: “Hit me with your rhythm stick” (Golpéame con tu palo de ritmo). La canción, con un ritmo que engancha, revela sucintamente los complejos y los miedos de Dury por su físico y deja caer igualmente su condición de “lunático” en una de las estrofas (así quería verse él, aunque también hay un biógrafo suyo que dice que es un recuerdo a su paso por uno de sus internados). Contó el propio Dury sobre la composición de la canción que la tuvo escrita “durante tres años en un trozo de papel . Luego hice una pequeña demo con una caja de ritmos y yo se lo di a Chaz Jankel. Cuando terminó la canción, Jankel llamó por teléfono a su madre y con entusiasmo anunció que acababa de escribir su primer Número Uno». Y tenía razón, porque el 27 de enero de 1979, tras haber vendido cerca de un millón de copias, se colocó en el número uno británico.

Disfruten del sonido de Dury (y de su puesta en escena también).

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