Una de historia: El guerrero escocés que se venera en Málaga

Si deciden acercarse este fin de semana al pueblo de Teba (una localidad cercana a Antequera de unos cuatro mil habitantes) pueden extrañarse si la ven tomada por hordas de escoceses luciendo orgullosos sus kilt y ataviados con ropajes medievales. Actualmente, la celebración de la que ahora hablaremos ha derivado –en parte, también hay eventos que parecen atractivos– en uno de esos típicos (y algo rancios) mercados medievales diseñados en serie, pero detrás se oculta una historia que mezcla la leyenda valor y épica en tiempos de caballeros y cruzadas.

La lápida de Sir James Douglas en Teba
La lápida de Sir James Douglas en Teba

Existe en la Plaza de España de Teba un monolito de piedra que alude al rey escocés Robert de Bruce y a su fiel servidor, el caballero sir James Douglas, el protagonista de esta historia.

James Douglas vio la luz en 1286 como hijo de William Douglas, a quien llamaban El Fuerte. Su padre había sido partidario del mítico William Wallace (Braveheart), el caudillo en la lucha de los clanes escoceses por su independencia de los ingleses.

Mientras estudiaba en Francia –algo común entre las clases nobles escocesas- el felón (felón o maquiavélico al estilo medieval, según se mire) rey Eduardo I ‘Piernaslargas’ de Inglaterra decidió confiscarle sus tierras y dárselas a un siervo más leal, así que tras su vuelta de su particular ‘Erasmus’ se tuvo que echar al monte como un proscrito más. Así, cuando en 1306 Robert de Bruce se corona rey de los escoceses sobre la mágica piedra de Scone en claro desafío al monarca inglés, James Douglas ve abierta una puerta de esperanza para saciar su sed de venganza (bueno, y de paso para recuperar su pecunio).

Imagen figurada de Sir James Douglas
Imagen figurada de Sir James Douglas

Se pone al servicio de Bruce y a su lado conoce el dolor de las derrotas en Methven y Dalrigh. En ellas aprende la mejor forma de atacar a su enemigo: a base de acciones por sorpresa que fueran mermando su moral. Eduardo II –hijo de su enemigo mortal- se desquiciaba persiguiéndole mientras sus tropas sucumbían a la táctica de la tierra quemada. Douglas fue en ocasiones sanguinario y en otras sagaz, contribuyendo a la toma del castillo de Roxburgh y –sobre todo- a la decisiva victoria de Bannockburn del 24 de junio de 1314 (la que se nombra al final de la célebre película Braveheart), en la que fue nombrado caballero antes del combate.

La victoria otorgó durante unos años la hegemonía a los escoceses en las Islas Británicas durante unos años y Douglas siguió guerreando mientras encontrara un solo inglés al que matar. Finalmente, lograron la independencia de Escocia y el reconocimiento de la casa de Bruce en 1327.

Vista del Castillo de la Estrella de Teba
Vista del Castillo de la Estrella de Teba

Y dirán: ¿qué tendrá todo esto que ver con el pequeño pueblo de Teba? Ya estamos llegando. El rey Robert Bruce murió de lepra o sífilis en 1329. El último deseo del monarca fue que su corazón morara en los Santos Lugares cristianos de Jerusalén, que no había podido visitar en vida. El órgano debía ser portado por sus más fieles caballeros, entre los que naturalmente estaba Sir James Douglas.

Así que Douglas se llevó el corazón de Bruce y tomó un barco que le llevó de Monrose a Sevilla en 1330, donde se encontraba el rey castellano Alfonso XI, tratando de ampliar sus territorios y de expulsar a los nazaríes del reino de Granada. Alfonso convence a Douglas –no tuvo que insistir mucho conociendo el carácter del escocés- de que participara en la toma del castillo fronterizo de la Estrella, en Teba, en la cima de una alta y empinada colina, fuertemente fortificada y que dominaba un llano paisaje y su río. Sus restos aún se pueden visitar.

Douglas sabía muy bien cómo matar ingleses, pero no había combatido nunca contra tropas bereberes. Así que en la batalla por la fortaleza cayó en una trampa después de uno de sus parece ser tradicionales arrebatos de valentía. Rodeado, se acordó en ese instante supremo del corazón de su señor Robert Bruce, que lo llevaba colgado en el pecho en un relicario de plata. Según la leyenda, lo arrojó contra sus adversarios y dijo: “Ahora muéstranos el camino, ya que venciste, y yo te seguiré o moriré”. Y palmó.

Participantes en el Douglas´Day
Participantes en el Douglas´Day

Pero eran otros tiempos, cuando Mohamed IV –rey nazarí- tuvo noticias de que el corazón momificado y guardado en plata era el de un Rey, envío los cuerpos de Douglas y sus otros guerreros a Alfonso IX con una guardia de honor. Así, los restos de Douglas reposan en el panteón familiar en la capilla de Saint Bride mientras que el corazón de Bruce se encuentra bajo el altar de la abadía de Melrose (con lo que no pudo cumplir su última aspiración, aunque los descendientes de Douglas siguen tratando de llevarlo por otros cauces casi siete siglos después).

La historia es recordada en Teba año tras año y se ha establecido una particular vinculación entre el pueblo malagueño y todo lo escocés (Teba y Melrose están hermanadas desde el 89). Un detalle singular, que resalta el profesor local Isidoro Otero citando al aventurero Alasdair Chisholm –que acompañó a Douglas en su expedición- es que el estandarte de Douglas estaba formado por tres estrellas (murió asediando el castillo conocido como de la Estrella).

Un héroe de otros tiempos, un auténtico caballero andante… y una ciudad malagueña que vive este fin de semana su festividad conocida como el Douglas´ Day, como si estuviera tomada por hordas de escoceses medievales.

Si tienen curiosidad y quieren saber más de este evento:

http://www.douglasteba.es/

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