Si un tipo a usted le dijera que es muy malo en lo suyo, tanto que no superarle en su materia le supone un motivo de natural escarnio… ¿se indignaría? Imagine, igualmente, que tiene una oportunidad justo después de que ese supuesto colega se lo diga de demostrarle lo contrario. De exponer, haciendo lo que mejor se le supone que sabe hacer, que se equivoca. Que no es un deshonor ser peor que usted en su profesión.

Toché, delantero del Deportivo, dijo algo tras perder su equipo ante el Getafe que, por real y palmario, debe ser al mismo tiempo el primer motivo para tener fe en que algo bueno puede pasar en Coruña. Fue claro el murciano: “si no le ganas al Córdoba, no te mereces la salvación”.
Lleva razón. El Córdoba es un enfermo deportivo en estado casi terminal. Hace demasiado tiempo que comete errores desalentadores. Impropios de un club profesional. El grupo de jugadores –que no equipo- que ahora dirige Romero demostró su incapacidad manifiesta ante el Atlético en apenas cuatro minutos y sabe que en Riazor tiene una última opción de, al menos, pensar en acabar el año futbolístico con algo de dignidad.
Para la cita el técnico ha vuelto a dejar fuera a Ghilas, señalado más si cabe como uno de los responsables –por dejación de funciones- del hundimiento generalizado. En su lugar y en el de López Silva regresarán Campabadal y Pantic, por lo que el entrenador sevillano podría modificar la línea de cuatro atrás planteada ante el Atlético. Krhin podría volver al centro del campo, por lo que Zuculini –que completó una nefasta actuación frente a los colchoneros- o Abel dejarían de ser titulares. El resto es una incógnita, aunque parece que Andone y Borja tienen un hueco casi seguro en el once.
Enfrente, el conjunto gallego está muy tocado. Dos puntos de los últimos 21 hacen que Víctor Fernández, su entrenador, sea consciente de que si pierde se irá al paro. Tiene las bajas por sanción de Cavaleiro y Lucas y muchas dudas tanto en ataque como, sobre todo, en defensa.
Ganar nos dejaría en coma al menos una semana más y no convertiría el duelo del domingo ante el Elche en un juicio sumarísimo con ocho semanas de antelación a la condena. De paso, serviría para dejar muy tocado al rival, que pasaría a ser el referente para una quimérica y milagrosa remontada. Empatar no nos sirve de nada. Perder… perder haría que los profesionales del Córdoba tuvieran que darle la razón a Toché.
El último Deportivo-Córdoba, de la segunda jornada de Liga Adelante del año pasado, de glorioso recuerdo (0-1, gol de López Silva)