Mi crónica: La crónica que yo no leería (0-2)

Seré sincero: yo no habría tecleado para acceder a esta crónica. No habría sido capaz. Por repetitiva, por obvia, por elemental y porque hasta un participante de un programa casposo de Telecinco podría escribirla.

Pero le admiro por su coraje. Por eso trataré de ser sistemático en el análisis de lo vivido esta tarde en El Arcángel.

Imagen del partido disputado en El Arcángel entre Córdoba y Atlético
Imagen del partido disputado en El Arcángel entre Córdoba y Atlético

Puesta en escena trepidante. El Aleph en cuatro minutos. El Atlético busca su El Dorado y lo encuentra sin mucho esfuerzo el quinqui divino Griezmann aprovechando el generoso esfuerzo suicida de un supuesto centrocampista como Zuculini.

Se acabó.

Podría ahorrarme contar el resto de lo vivido, pero dado que ha querido teclear, usted sabrá donde se mete. El Córdoba desde ese momento abunda en sus precipitaciones, en su desidia y en sus disparates. Trata de alcanzar un objetivo primario y se queda en fuegos de artificio. No funciona Borja, ni Fidel, ni Andone, ni Bebé –que se equivoca de tecla casi siempre cuando tiene que chutar o pasar-. El Atlético no parece sudar a pesar del calor y el que parece cansado es el equipo que juega en casa. Un hogar –El Arcángel- que ya se ha cansado y abronca al máximo responsable del desaguisado quien, como siempre en un club de fútbol para lo bueno y lo malo, está en el palco.

Antes del descanso, de nuevo Zuculini -que ya avisó con una absurda cesión minutos antes- invita a Saúl Ñíguez, que nunca imaginó un retorno tan plácido a los terrenos de juego, a que metiera el segundo. Le faltó aplaudir. Creo recordar que dio un saltito de resignación tras ver cómo la pelota besó la red. ‘Cáspita’ ó ‘Cachis’, debió pensar (pero en lunfardo, claro). Sin más.

Tras el descanso el sudamericano, cubierto de gloria, dejó su hueco con lógica a Cartabia, que ayer sí quiso jugar un poco. Andone lo dejó a Ghilas (a su ritmo) y luego Heldon Ramos –que esta semana ha dicho preferir diez mil veces regresar al Sporting que quedarse aquí, y yo que me alegro- suplió a Fidel.

Algo mejoró, sí (hasta Bebé sacó -en el colmo del esperpento- como tres metros dentro del campo un saque de banda), pero es que el Atlético no necesitó dejar de pensar en la Champions. O en lo que podrían comer mañana. O en luces, formas y colores. El Córdoba no es capaz de meterle un gol ni a un rival que optó por no jugar en la segunda parte. Tuvo un larguero de Bebé –que se debió equivocar y disparó bien- y luego una buena jugada ensayada que remató Crespo y salvó bien Oblak. Y ya está. Eso es todo.

Fin. Lamento que haya tenido que leer todo esto. A mí también me jode escribirlo. Ánimo.

JUGARON

POR EL CÓRDOBA: Juan Carlos; Gunino, Krhin, Crespo, Edimar; Zuculini (Fede Cartabia, 46’) , Abel, Fidel (Heldon, 62’), Borja; Bebé, Florin (Ghilas, 46’).

POR EL ATLÉTICO: Oblak; Juanfran, Godín, Giménez, Gámez; Gabi, Tiago (Mario Suárez, 46’), Saúl, Koke; Griezmann, (Arda Turan, 69’) Mandzukic (Fernando Torres, 61’).

ARBITRO: Estrada Fernández (Colegio Catalán) amarillas a Gunino, Andone y Juanfran.

GOLES: 0-1: Griezmann, 4’; 0-2: Saúl, 39’

INCIDENCIAS: El Arcángel. Unos 18.000 espectadores. Unos 500 atléticos. Buen comportamiento.

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