El asesinato de John Fitzgerald Kennedy el 22 de noviembre de 1963 en Dallas es probablemente el magnicidio más analizado y controvertido de la historia. La denominada Comisión Warren dictaminó que fue Lee Harvey Oswald quien realizó tres disparos desde un almacén de libros. Que actuó en solitario, que no hubo complot y que todas las teorías de una posible conspiración no tenían argumentos.
Muchos no la creyeron y aún hoy se siguen defendiendo diferentes tesis contrarias a la oficial y que señalan a otros poderes (CIA y Mafia entre ellos) como los verdaderos responsables del asesinato.
Pero lo que nadie ha explicado –ni la Warren ni los conspiranoicos- es el misterio de Lady Babuschka.
En el famoso video que tomó el empresario textil judío Abraham Zapruder se aprecia a una señora de mediana edad vestida con un largo abrigo marrón y un pañuelo de color rosa cubriendo su cabeza. Un aspecto parecido al de las ancianas rusas, de ahí el nombre que se le dio (Babushka en ruso significa abuela).
La mujer asistió al paso del Lincoln de Kennedy por Elm Street en primer plano portando una cámara de video de alta gama para su época, según los testigos que la vieron. Incomprensiblemente, cuando empezó el tiroteo y mientras los demás presentes –hasta los policías- se apresuraban a guarecerse, Lady Babushka se mantuvo impasible, de pie y sin dejar de mirar (¿grabar?) lo que estaba sucediendo. Una vez el coche, con el presidente ya herido de muerte a bordo, emprendió su ruta hacia el hospital, Lady Babushka corrió junto a la multitud hacia el promontorio de la Plaza Dealey, desde donde muchos creyeron haber escuchado disparos (no desde el almacén donde estaba Oswald). Desde ese momento, se le pierde la pista.
Tras ver las imágenes de los otros videoaficionados, el FBI inició formalmente la
búsqueda de Lady Babushka y de su grabación que, por su posición, desvelaría completamente la posición del francotirador responsable de la muerte de Kennedy. Nunca apareció esa mujer. Sólo hay dos pistas: una la de un técnico de Kodak en Dallas, Jack Harrison, que dijo haber revelado una película entregada por una señora de unos cuarenta años. La otra la dio una mujer llamada Beverly Oliver que dijo ser Lady Babushka y que involucró –año 1970- al asesino de Oswald, Jack Ruby, con el magnicidio. Pero la edad que tenía entonces Oliver, 17 años, la convertía en una impostora.
¿Quién fue Lady Babushka? ¿Qué contenía la grabación que hizo esa mañana de noviembre en Dallas? Muy probablemente su misterio lo perpetuará la mística de la historia.
Toni Cruz 