Mi crónica: ¿Por qué? (2-0)

Le preguntaron en sala de prensa a Djukic por un porqué que hubiera podido ser igualmente un para qué o un hacia dónde. ¿Por qué esa alineación? ¿Para qué esa alineación? ¿Hacia dónde nos dirigimos? No es ya una mera cuestión de números, sino de dignidad. El técnico respondió que quería parar al Málaga por el interior y superarle a través de un contragolpe. Y todavía lleva razón. Y eso estuvo a punto de salir bien en una de las dos ocasiones que tuvo el Córdoba en el partido. La cuestión es: ¿es ese bagaje suficiente aval para pensar en ganar fuera de casa? ¿es ese el camino que nos podría –menuda fantasía- guiar hacia una espectacular remontada final? ¿así podríamos disputar y competir los partidos que nos quedan? Debe seguir, pues, Djukic como entrenador.

20150315_171418No. Ni el planteamiento en La Rosaleda estuvo a la altura ni tampoco la respuesta de algunos de los jugadores. El rival, un Málaga que no solía dar la talla contra rivales de la zona baja, apenas tuvo que vestirse de corto para vencer. Dijo Gracia que les costó, pero ya comentó en una rueda de prensa previa que le iba la vida –como al Córdoba- en el partido. Sendas mentiras, una cortés y la otra inteligente. El Málaga, como otros rivales antes, apenas zarandeó el árbol y obtuvo sus frutos cuando le convino. Con un gol en fuera de juego, de acuerdo, pero en el que se puso en evidencia la ingenuidad de la defensa cordobesista.

A partir de ahí, como ante cualquier eventualidad que le surge en un encuentro: ya sea a favor o en contra, el Córdoba desapareció. Y llegó el lógico rebote de los desplazados, que asistían impávidos a la octava derrota seguida y que encima comprobaban cómo uno de sus jugadores insignia–Cartabia- les mandaba callar cuando le llamaban mercenario. Y eso es él. Alguien que cobra por sus servicios, que cumple de manera no muy eficiente, y que está loco –lo dijo él- por hacer las maletas a marchas forzadas cuando acabe su Erasmus cordobés y regresar a Valencia. Que no juegue más. Esa camiseta no se la merece.

Nos marcaron un segundo con la gorra después de que Djukic cambiara a un lateral lesionado por otro a pesar de la situación –en general-. Y ya está. Y todo sigue igual. Y lo que nos quedan son dos meses y pico larguísimos de una lenta agonía en un año que debía haber sido dulce y que resulta difícil imaginar que aún pueda ser más amargo. Pero quién sabe…

JUGARON

POR EL MÁLAGA CF: Kameni; Rosales, Weligton, Angeleri, Boka; Camacho, Darder, Samuel (Recio, 81’), Horta; Samu Castillejo (Luis Alberto, 59’), Juanmi (Amrabat, 72’)

POR EL CÓRDOBA: Saizar; Luso (Campabadal,72’), Crespo, Pantic, Fede Vico (Rossi, 67’); Zuculini, Ekeng (Florin,46’), Krhin, Borja García; Ghilas, Bebé.

ÁRBITRO: González González (Castellano-Leonés) amonestó a Florin y Bebé.

GOLES: 1-0: Juanmi, 49’; 2-0: Amrabat, 84’

ESTADIO: La Rosaleda, 29 500 espectadores. Unos mil cordobesistas que recibieron un exquisito trato de la afición local.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s