Hay muchas formas de perder, y el Córdoba escogió en Sevilla la que más desmoraliza. Se puede achacar que el rival era técnicamente superior, más veloz, más curtido y que jugaba en casa, pero lo cierto es que al conjunto de Djukic le superaron en una faceta de la que el pequeño nunca puede carecer: intensidad.

Después de una puesta en escena con las miras claramente puestas en el contragolpe, los blanquiverdes llegaron a tener una oportunidad que marró la falta de entendimiento entre Ghilas y Zucculini. El argelino le quitó un remate franco al argentino, para haber completado una contra bien hilvanada.
El Sevilla apretaba, pero el desmoronamiento únicamente llegó a partir del enésimo despiste que, en los últimos tiempos y en general a lo largo de casi todo el campeonato, ha costado muy caro al Córdoba. Saque de esquina que Krichowiak remata completamente libre de marca en el minuto 38. Apenas cinco minutos después –en un calco de lo sucedido ante el Almería- el castillo de naipes se venía abajo por completo cuando en otro error –en este caso tirando el fuera de juego- permitió a Vitolo plantarse tras un gran control delante de Juan Carlos y cederle la pelota de forma generosa a Bacca para que casi sentenciara el duelo.
Casi sin darnos cuenta, el Córdoba había tirado todas sus opciones. De nada sirvió la revolución de la segunda parte. Entraron Bebé y Ekeng por Deivid y Zucculini, pero nada cambió. Incluso el panorama se ensombreció aún más cuando el camerunés (al igual que hiciera en Granada) se le nublara la mente ocho minutos después y golpeara a Vitolo desde el suelo. Roja que demuestra lo mucho que tiene que madurar este futbolista para llegar a la élite.
Desde ahí hasta el final: un remate de cabeza Carriço al larguero desde casi el área chica y sin tener que saltar (evidencia de la pasividad de la zaga cordobesista); las cabalgadas de Deulofeu que dejaron en evidencia a Pantic; la expulsión de Krychowiak y la reacción de Krhin (el único momento de sangre auténtica sobre el verde de los nuestros) y el tercero de Iborra en otro grave desajuste defensivo.
Mal resultado y peor imagen. Es preciso que las actitudes, las sensaciones y, en consecuencia, los resultados lleguen ya. Una semana más ya es demasiado tarde.
JUGARON:
Por el CÓRDOBA C.F.: Juan Carlos; Gunino, Pantic, Crespo, Edimar; Zuculini (Bebé, 4 6’), Deivid (Ekeng, 46’), Krhin, Fede Cartabia; Heldon (Abel, 56’) y Ghilas.
Por el SEVILLA F.C.: Sergio Rico; Aleix Vidal, Nico Pareja, Carriço, Navarro; Iborra, Krychowiak, Banega, Vitolo (Denis Suárez, m. 83), Reyes (Deulofeu, 62’); Bacca (Carlos, 82’).
Pitó: Vicandi Garrido (Vasco). Expulsó a Ekeng (53’) y a Krychowiak (72’)
Marcaron: 1-0, Krychowiak (38’) 2-0, Bacca (43’) 3-0 Iborra (75’)
35.000 espectadores en el Sánchez Pizjuán