Que Sevilla tiene un color especial ya es conocido. Lo del duende y demás, también. Pero al margen de sus múltiples atractivos turísticos y monumentales, que podéis y debéis admirar (Catedral con su Giralda, Torre del Oro, Museo de Bellas Artes, Casa de Pilatos, Triana…), también cuenta la capital de Andalucía con otros atractivos que la hacen culturalmente única. En palabras de Sánchez Dragó: “»Sevilla es pagana, es cristiana, es nietzscheana, es apolínea, es dionisíaca, es Gioconda, es —incluso— socialista (lo que demuestra que nada ni nadie es perfecto) y da, por ello, para mucho”.
Os propongo un paseo matutino que bien podría comenzar en la Plaza de España , junto al Parque de María Luisa, lugar diseñado para la Expo Iberoamericana del 29 por Alfonso XIII, sobre el que dijo el monarca una vez terminado: «Señores, yo sabía que esto era bonito, pero no tanto». Se han ambientado en esta Plaza las películas Lawrence de Arabia, Star Wars: El ataque de los clones y hasta El Dictador, de Sasha Baron Cohen.
A tres kilómetros –una buena caminata, pero por un recorrido singular: Prado de San
Sebastián, Giralda, Maestranza, San Eloy y calle Trajano- se encuentra –ya en el barrio de San Lorenzo- el Espacio Eslava , un moderno bar de tapas, restaurante y también hotel que está entre los más chic actualmente. Espectaculares los huevos de corral sobre fondo de boletus y las costillas con miel de romero. Imprescindible reservar… o tener paciencia.
Desde allí se puede uno acercar para hacer la digestión a dos librerías que son más que librerías. Una, a apenas 800 metros, es “Un gato en bicicleta”. Lugar acogedor, con una oferta de obras interesantes y en el que además escenifican obras de microteatro los fines de semana en su segunda planta. La otra, aún más cerca, es La Extravagante, con una amplísima y sugerente oferta a pesar de sus escasos 35 metros cuadrados.
Si queréis leer los libros que os compráis tomando una buena tarta –de zanahoria o chocolate las mejores- podríais probar en la Red House (a 450 metros de La Extravagante). Ambiente alternativo. No dejéis de visitar la decoración de los baños.
Para ponerle la guinda a vuestra visita, de noche podríais reservar para cenar en ConTenedor de la calle San Luis, donde el arroz crujiente con pato y setas puede haceros llorar de placer y más si lo regáis con algún tinto como el Dido -D.O. Montsant-. La somelier que nos atendió fue muy profesional y acertó de pleno.
De copas, la zona más “in” de Sevilla es el Paseo de Colón (la más alternativa la Alameda de Hércules). De entre los muchos garitos que la pueblan, el que más demanda tiene –en consecuencia más cola- es Dadá. Ambiente más bien maduro –es decir, que no hay muchachada- y música muy correcta de los ochenta y noventa. Si no podéis entrar por estar saturado, tenéis cerca Boga Gallery o Bribón , que tampoco están mal aunque la música sea más pachanguera. Algo más juvenil e igualmente comercial –queda cerca también- Groucho Bar.
De la zona más rompedora, os destaco Fun Club , en el que este sábado actuarán los inigualables Ganglios.
Por cierto, para alojaros, a un precio razonable tenéis el Hotel Casual, ubicado en una zona muy céntrica como es la Alfalfa y con un diseño muy original (y un olor penetrante que además podréis comprar en recepción en forma de ambientador).
Espero que disfrutéis de vuestro viaje a Sevilla y, si vais este fin de semana con motivo del partido del Córdoba… que nos volvamos todos con una sonrisa.
Toni Cruz 