El Córdoba tenía que cambiar su racha y lo hizo con contundencia. No resultó un partido brillante, más bien todo lo contrario, pero se anotaron tres goles fuera de casa –como hace dos fines de semana en Alcorcón- y esta vez se cometieron menos errores. No es la mejor versión, pero es una versión eficaz.
Oltra modificó su esquema aprovechando las ausencias de Luso y Andone. En el centro del campo Eddy acompañó a Víctor Pérez y en punta Markovic se colocó por detrás de Xisco. Un 4-2-3-1 en ataque y un 4-5-1 en defensa. Una decisión sensata ante las circunstancias que rodeaban al partido y el estado del campo.
La Ponferradina empezó mejor. En el minuto dos Héctor Rodas vio una amarilla que engrandeció la labor de sus compañeros de zaga durante el resto del encuentro, conscientes de que el valenciano no podía volver a emplearse con la misma dureza. Una falta lanzada por Adán que sacó con apuros Razak –no está en su momento más dulce el ghanés– y un disparo de Melero fueron los sustos de un primer tramo de encuentro horrible por parte de ambos, lleno de imprecisiones y errores no forzados.
Todo cambió en el 23. Un buen centro de Stankevicius desde su perfil diestro era empalmado con elegancia y precisión por Fidel Chaves. El tanto es una noticia excelente para una afición y un equipo que requiere de la calidad del interior onubense.
A partir de ahí, la Ponfe se encogió y empezó a pesarle su situación, su dinámica y su alarmante falta de ideas. El Córdoba, con un buen Eddy en el centro y un flojo –otra vez- Víctor Pérez, parecía sobrado para conservar el resultado. Para colmo de satisfacción, una combinación dentro del área entre Markovic, Víctor Pérez y Xisco fue culminada por el balear en el minuto 43. 0-2 y encuentro casi resuelto al descanso.
Fabri se la jugó en el descanso. La entrada del canadiense Hume mejoró el empaque ofensivo de los bercianos, pero en global la imagen de los locales era muy pobre. Desorganizados, deslavazados y casi abúlicos. El Córdoba, de hecho, pudo haber sentenciado en un contragolpe en el que Markovic no estuvo generoso.
Pero los blanquiverdes se contagiaron tanto del bostezo que en un tramo del choque comprendido entre los minutos 75 y 85 desconectaron. Y la lección que se debe aprender de este envite es que hasta el peor rival contra el que ha jugado el Córdoba hasta la fecha –la Ponferradina lo pareció- puede generar incertidumbre en un marcador. Así, en el 85 Caiado aprovechó la laxitud defensiva de los de Oltra para hacer saltar las alarmas. Afortunadamente, la tensión se zanjó antes del pitido final merced a una extraordinaria acción individual de De Tomás que asistió en el momento preciso a Markovic que, esta vez sí, fue certero ante Moldovan.
Así se escribe la historia. El Córdoba exprimió su mayor calidad y defendió –salvo durante diez minutos- con orden y criterio ante un pobrísimo rival en cuesta abajo. Es mucho más de lo que se le podía exigir a un equipo que llevaba cuatro semanas sin ganar. Ahora, desde el tercer puesto y asentados en el play-off, ya pueden pensar en cómo cambiar lo que de malo hayan podido cometer. Así que no se agobien por el futuro, que acabará llegando antes o después. Disfruten de estos tres puntos.
JUGARON
POR LA PONFERRADINA Dinu, Casado, Jebor, Melero (Aguza, 62’), Adán, Alan, Acorán, Andy, Caiado, Djordjevic (Hume, 45’) y Miquel (Camille, 45’).
POR EL CÓRDOBA Razak, Stankevicius, Deivid, Rodas, Cisma, V.Pérez, Eddy Silvestre, Markovic, Fidel (Nando, 68’), P.Ríos y Xisco (De Tomás, 39′).
ÁRBITRO Piñeiro Crespo (castellano leonés) que amonestó a los locales: Andy (8’) y a los visitantes: Rodas (2’), Cisma (44’), Xisco (42’), Eddy (51’)
GOLES 0-1: Fidel (25’), 0-2: Xisco (43’), 1-2: Caiado (39’), 1-3: Markovic (44’).
ESTADIO El Toralín, 5.000 espectadores.
Toni Cruz 