Simon Kuper cuenta en su libro Fútbol contra el enemigo que hay cuatro estilos que dominan el fútbol mundial. El británico –balonazo largo y segundas jugadas-, el catenaccio –sobran explicaciones-, el fútbol total holandés y del Barça y el brasileño de ataque desordenado y alegre. Y luego está lo que le está pasando al Córdoba durante esta fase de temporada.
Contrariamente a los anteriores partidos en Santo Domingo, el equipo de Oltra arrancó bien. Uno de los que sorprendió en el once, De Tomás –todo el mundo hacía a Markovic en su puesto- marcó con habilidad en el minuto cuarto de juego. Metió la puntera tras recibir un buen pase de Andone, que peleó un balón que parecía morir en nada. El Córdoba tenía el partido controlado y parecía haber aprendido la lección de choques precedentes.
Parecía. Porque un Alcorcón menos que mediocre empató merced a un saque de esquina lanzado por raso que ningún defensor del Córdoba fue capaz de despejar y que Chema Rodríguez –zaguero y goleador del equipo alfarero- aprovechó. Se culpó a Víctor Pérez, pero el manchego parece que es quien más difícil lo tenía para enviarla lejos. Era el minuto 12. Dos después sí tuvo toda la culpa el centrocampista en el penalti que significó el 2-1. Tarda un mundo en controlar y despejar un balón dentro del área propia y David Rodríguez, que es uno de los más listos de la categoría, se lo robó y forzó la pena máxima que luego él mismo transformó.
La remontada dejó noqueado a un Córdoba que cambió de sistema –a un 4-5-1 o 4-2-3-1– por la entrada de Markovic en lugar de De Tomás, que sintió molestias musculares. Con el serbio, se ganó presencia en el centro del campo, pero el juego no mejoró. Apenas un acercamiento de Andone en el 32’ que reclamó falta de Fede Vega (sería muy justa en todo caso).
En el tramo final del primer tiempo, una falta lanzada por Razvan y muy bien desviada por Falcón prologó el empate a dos. Un saque de esquina derivó en un barullo en la frontal que resolvió con calidad Cisma asistiendo a Andone, que fusiló a Dimitrevic.
De los vestuarios salió algo mejor el Córdoba, que en el 55’ se puso de nuevo por delante gracias a un error tremendo de Dimitrovic, quien se lio en un disparo lejano de Markovic y dejó la pelota muerta para que un oportuno Pedro Ríos la introdujera en el arco.
Desde ese momento no hubo fútbol alguno en Santo Domingo. El Córdoba parecía controlar bien el juego y un impotente Alcorcón apenas aparecía a fogonazos cerca del área de Falcón, siempre desde el costado diestro con los dos que entraron desde el banquillo (Nelson y Collantes). Eddy Silvestre debutó dejando su tarjeta de visita de jugador utilizable tanto para defender como para atacar.
Pero, aunque suene ventajista remarcarlo, los problemas del Córdoba están atrás ( y arriba si no está Andone). Un balón largo en el 84’ no fue aprovechado por Natxo Insa –completamente libre de marca- para marcar, pero sí si sirvió para asistir ilegalmente –el fuera de juego era evidente– a David Rodríguez, que no perdonó el empate.
Esto es el Córdoba ahora mismo. Un equipo que no juega bien, pero tiene pegada. Que es capaz de marcar siempre, pero al que le cuesta horrores no encajar. Que marca tres goles allá donde casi nadie lo hace y no ganar. Que está en la pomada, pero que deja sensaciones contradictorias. Una nueva vía, en suma.
JUGARON:
POR LA A.D. ALCORCÓN: Dmitrovic, Fede Vega (Nelson, 58’), Román, Chema, Bellvis (Pastrana, 70’), Natxo Insa, Fausto Tienza, Rey (Collantes, 58’), Razvan, Máyor, David Rodríguez
POR EL CÓRDOBA: Falcón, Stankevicius, Bijimine, Deivid, Cisma, Luso, Víctor Pérez (Eddy Silvestre, 60’), Pedro Ríos (Nando, 86’), Fidel, Raúl de Tomás (Markovic, 35’), Florin Andone
ÁRBITRO: Cuadra Fernández (balear). Amonestó a Víctor Pérez (17’), a Deivid (33’), a Cisma (45’), a Eddy (68’), y a Luso (77)’por parte del Córdoba, y a Fernando Román (22’), a Bellvis (53’) y a Fausto Tienza (60’) para el Alcorcón
GOLES: 0-1: De Tomás, 4’; 1-1: Chema, 12’; 2-1: David Rodríguez, de penalti, 17’; 2-2: Florin Andone, 45’; 2-3: Pedro Ríos, 56’; 3-3: David Rodríguez, 85’
ESTADIO: Santo Domingo. Unos 3.000 espectadores, con unos 600 cordobesistas.
Toni Cruz 