El mítico Jovent Mollerussa de la 88-89, en el que jugaban el padre de Bojan y el hermano del Lobo Carrasco

Mollerussa es un pueblo de la Pla de Urgell ilerdense de apenas 15.000 habitantes. Allí se fundó en 1930 el Fútbol Club Mollerussa, que desde 1935 añadió una tercera inicial a su nombre, la “J”, por Jovent. Durante casi medio siglo la entidad no pasa de categorías regionales hasta que en el 84 logra su primer ascenso a Tercera. Aquello ya era una gesta, porque por aquel entonces en Mollerussa apenas vivían unas 8.000 almas.

Tras una temporada de sufrimiento y otra en la que el Alzira le arrebata el ascenso a Segunda B, por fin en 1987 consigue –gracias a la ampliación a la que fue sometida la tercera categoría del fútbol español– acceder a la división de bronce tras quedar segundo en su grupo.

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El Mollerussa en el Colombino (Goldezlatan.blogspot.com)

 

A pesar de la dureza de la nueva categoría –competían en ella rivales como el Nàstic, el Terrassa o los filiales de Zaragoza, Osasuna y Real Sociedad– el técnico Carles Viladegut consigue formar un grupo sólido en el que brillan el joven carrilero Xavier Horcajada (quien luego militaría en Palamós, Castellón, Racing de Ferrol y Lleida entre otros) y un veterano centrocampista sevillano calvo y con bigote llamado Pantoja que había pasado ya por Castilla, Real Oviedo y Logroñés.

Fueron precisamente Horcajada y Pantoja quienes, el 15 de mayo de 1988, marcaron los dos tantos al Mirandés que confirmaron el ascenso a Segunda. Quedaba una jornada aún para el final, pero el Aragón no podría superarles en puntos y tenía perdido el golaveraje. Como contó la crónica de Josep Anton Aisa para Mundo Deportivo: “Nunca una ciudad de ocho mil quinientos habitantes había conseguido que su equipo de fútbol llegara tan alto”.

El Mollerussa, con su singular camiseta de colores indefinibles –como de un blanco oscuro o gris claro con rayas y la publicidad de Prefabricats Pujol– que tanto llamaba la atención en el especial de la Liga de Don Balón, estaba en Segunda. Pero nunca se lo creyó. La directiva –presidida por un señor llamado Joan Miró (no confundir con el pintor)- hizo un esfuerzo incorporando a jugadores como los canteranos del Barcelona Carreras (no el actual técnico del Zaragoza), Moragues o Guillén. También al veterano portero del Recre Castel y a los luego míticos futbolistas del Real Jaén Joseba Roteta y Geni. Completaban la plantilla su corpulento nueve, el manchego Antonio Maya –al quien apodaban El Gitano, obviamente por su raza– y el más fino Azcona, de la cantera del Madrid.

Antonio Pantoja Don Balón
Imagen de Antonio Pantoja en el especial de Don Balón 88/89

 

Pero otras dos de sus estrellas –dejando al margen los mencionados Pantoja y Horcajada- han hecho carrera de un modo o de otro en el fútbol. Uno de sus nueves era Juan de Dios Carrasco, el hermano menor del Lobo Carrasco. Juan de Dios no marcó nada más que un gol esa temporada y luego apenas pasó de militar en Segunda B (en el Marino de Luanco), pero actualmente trabaja en la empresa Olimpus Sports and Events en la que apodera, entre otros, al ahora lateral del Real Betis Martín Montoya.

El otro nombre que suena en la plantilla del Mollerussa de la 88-89 es el de Bojan Krkic. Fue el fichaje estrella. Le avalaban su condición de internacional con Yugoslavia y que procediera del Estrella Roja. Sin embargo, el centrocampista nunca se adaptó a la categoría o a las exigencias de su técnico y apenas dispuso de 428 minutos en ocho partidos, en los que coló un gol (al Racing). Pero Catalunya sí debió gustarle a Krkić, quien decidió quedarse a vivir en Lleida, donde se casó con María Lluïsa Pérez. De ese matrimonió llegó en 1990 Bojan Krkic Pérez, futbolista que lo fuera del Barcelona, de la selección y actualmente del Stoke City.

140px-CFJ_MollerussaVolviendo a la historia del club mollerusense, pocas alegrías le deparó su paso por Segunda. Con apenas 1.500 socios, fue incapaz de competir ante rivales como Rayo, Tenerife, Mallorca, Deportivo o Las Palmas. Únicamente ganó tres partidos (en El Helmántico y en el derbi ante el Lleida a domicilio, y al Barcelona At. como local). A Viladegut, que apenas logró dos empates en once jornadas, le suplió el vasco Ricardo Moreno. En total, marcó 19 goles y encajó 75 puntos. Sumó apenas 11 puntos.

Nunca más volvió el Mollerussa ni su camiseta indefinible al fútbol profesional. De hecho, apenas tres temporadas después bajó a Tercera para no regresar más de las catacumbas del fútbol de tierra. Pero gracias a unos jugadores carismáticos, a un especial de Don Balón y a una camiseta singular muchos frikis nostálgicos somos capaces de ubicar Mollerussa en el mapa. Y, en el ella, al Jovent y su escudo con la bandera ajedrezada.

Fuentes: Hemeroteca Mundo Deportivo y http://goldezlatan.blogspot.com.es/2011/07/hito-historico-del-cfj-mollerussa.html

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