Mi crónica: Héroes (0-1)

We could be heroes just for one day”. En la misma semana que Bowie cambió de barrio, los jugadores del Córdoba se hicieron héroes por un día. Por un partido. Por una vuelta. En Nápoles dicen que cuando un hombre tiene dinero, primero come, luego va al fútbol y, si le sobra algo, busca un lugar para vivir. Si en Italia se quiere al fútbol es por días como el de este domingo. Al Córdoba el ataque le da de comer, pero su concentración defensiva le da la vida. El ejercicio de solidez en inferioridad expuesto en el Estadio de los Juegos del Mediterráneo no sólo resulta meritorio, sino que le otorga una credibilidad extra para una segunda vuelta que será complicada.

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Los jugadores saludan a los aficionados desplazados al Estadio de los Juegos del Mediterráneo al término del encuentro. Foto gentileza de Miguel Luna.

 

Oltra tiró de lógica al inicio supliendo a Luso por Markovic. El doble pivote no se resintió y durante el primer periodo, a pesar de no desarrollar un juego brillante, lo mejor lo hizo el Córdoba. El Almería parecía un pelele en el tramo inicial, impreciso y blando, y el conjunto blanquiverde le buscaba con éxito las espaldas a su extraña defensa (Iago Díaz actuó otra vez de lateral diestro en los locales). Florin Andone tuvo una en la que le falló el control y, cuando el rival parecía que empezaba a despertar, marcó un gol anulado incomprensiblemente por el árbitro González Fuertes (¿acaso por falta previa de Rodas? Las interrogantes son obligadas).

Ni la injusticia espoleó al conjunto rojiblanco que, eso sí, reclamó un posible penalti por manos de Deivid. El balón toca en los brazos del canario, pero éste está tratando de darse la vuelta. Interpretable. Como interpretable fue el agarrón de Ximo sobre Xisco que tampoco señaló el árbitro poco después. El balear tira de su paisano, pero no con la fuerza necesaria para derribarle.

De lo que no había ninguna duda ya era que el arbitraje se había convertido en protagonista. Amarillas a mansalva, decisiones erróneas, fueras de juego inexistentes… Mal, muy mal. Así, hablando de todo menos de fútbol y con 0-0 se marcharon los equipos al vestuario.

En la reanudación, el Córdoba marcó pronto (51’). Fue una jugada inteligente y, por supuesto, polémica. Fidel aprovechó un pase de Stankevicius en probable posición de fuera de juego (el auxiliar de ese flanco nunca estaba bien colocado) y asistía de tacón para Markovic. El serbio, por el carril del dos, la puso perfecta para que Andone la empujara a puerta vacía. Diez goles lleva ya el artillero más bullicioso y letal de la categoría.

Tal vez porque le quemara la conciencia (o bien simplemente porque se volviera a equivocar), González Fuertes expulsó en apenas unos minutos a Stankevicius por una menudencia. Quedaba justo media hora para aguantar un marcador ante un rival desastroso como grupo pero con calidad. Afortunadamente, Gorosito erró con todos los cambios y sus futbolistas fueron una calamidad tanto en los centros como en los remates. Y eso que una cesión –otra vez: interpretable- de Nando García les puso el gol a unos metros. Lo evitó Razak con fantástica parada.

He escrito en el anterior párrafo que el Almería fue un desastre. Y lo fue. Pero que las nubes no tapen el sol. La defensa que hicieron del marcador los diez restantes del Córdoba (trece con las sustituciones) fue heroica. Épica. Oltra reaccionó rápido y colocó a Dalmau en el lateral quitando a Xisco y pasando a un 4-4-1. Gorosito apostaba por Morcillo a lo Alexanco y balonazos largos a Uche o Chuli. Nada de nada. Apercibidos ambos, Deivid y Rodas se bastaron para contener todas las atropelladas acometidas rivales. Hubo sensación de inquietud, sí, pero no de peligro real. Razak sufrió lo justo.

Victoria final que hace que el Córdoba termine segundo empatado con el primero a mitad del campeonato. 39 puntazos. La posición es, a estas alturas, meramente simbólica. El camino ya recorrido es tan indiscutible como ilusionante. Un deambular que en Almería dejó una huella marcada de épica y gloria. Se asciende en días y lugares como éstos.

JUGARON

POR EL ALMERÍA: Casto; Iago, Ximo Navarro, Morcillo, Goñi; Fatau (Kalu Uche, 64′), Lolo, Antonio Puertas, Iván Sánchez, Soriano (Pozo, 73’) y Quique (Chuli, 68’).

POR EL CÓRDOBA: Razak, Stankevicius, Héctor Rodas, Deivid, Cisma, Markovic (Rafa Gálvez, 86′), Víctor Pérez, Fidel, Nando (Pedro Ríos, 78′), Florin y Xisco (Dalmau, 59′)

ÁRBITRO: González Fuertes (asturiano) que amonestó con amarilla: Héctor Rodas (2’), Stankevicius (46′), y Markovic (52′), por parte del Córdoba, y a Fatau (25′) y Ximo Navarro (52′), por parte del Almería; y expulsó a: Stankevicius (60′), por doble amarilla.

GOL: 0-1: Florin Andone (51’)

ESTADIO: Estadio de los Juegos del Mediterráneo. Unos 8.364 espectadores, presencia de unos 150 cordobesistas.

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