Henry Miller, en su ensayito El mundo del sexo, defiende que “entre ser un Santo y ser un criminal hay poca diferencia”. No sé si serán capaces de reconocer –desde luego quien les escribe lo hace sin rubor alguno- que veían en el rival de este domingo al principal candidato a subir. Que pensaban que arrasaría. Que con ese equipazo por el que todos suspirábamos no tendría ningún problema para conseguir su reto. Y cuando en seis minutos –seis, recalco– ya le había metido dos goles al Leganés en el primer partido del campeonato, muchos –y me incluyo de nuevo- pensábamos que nuestros temores eran ciertos. Han pasado meses y quince jornadas seguidas en la que no ganaron. De lo expuesto, nada, el Almería es antepenúltimo.
El fútbol es algo tan complejo que requiere de unos mimbres no sólo fuertes, sino sólidos. Al Almería le han podido pasar tantas cosas dentro –ya llevan cuatro entrenadores, entre otras cosas- que es preciso mucha asepsia para afrontar el encuentro de esta última jornada de la primera vuelta. Siguen contando con los grandes jugadores del principio, incluso más porque siguen fichando –llegaron Goñi y Uche esta misma semana-, pero aún no se sabe si son grupo o banda. Si piña o mandarina endeble. Hoy, para ellos, es una prueba de fuego después de un empate y una victoria. No tendrán a nuestro ex Dubarbier pero sí a Fatau, una pieza clave en su juego.
El Córdoba sí se sabe lo que es. Un grupo sólido, firme, con un entrenador decidido y que ha sabido adaptarse a club y ciudad y que cuenta un par de matadores muy en forma. Una promesa y un aspirante real. Un segundo clasificado que aspira a terminar la primera vuelta, una mera formalidad, en zona de ascenso directo a Primera. Justo lo que merece por su regularidad. No podrá jugar Luso, una auténtica contrariedad porque el maño es brújula y, sobre todo, parapeto. Su puesto lo ocupará Sasha Markovic, a quien se le ve con ganas de agradar. El resto, muy probablemente, serán los mismos que derrotaron con un fútbol muy consistente al Mallorca. No se esperan más sorpresas. Este mismo sábado, por cierto, se supo de la renovación del responsable deportivo del club, Emilio Vega. Un acuerdo que llega en pleno mercado invernal. Una inyección de confianza para el leonés.
Así que duelo andaluz –que no derbi regional en ningún caso– al que, debido al exagerado precio de las entradas para un partido de esta categoría (30 euros) no podrán asistir todos los cordobesistas que querrían. Una pena que las directivas –aquí el año pasado les quisieron poner a los seguidores del Almería sus localidades a 45- no se den cuenta de que el fútbol, eso tan complejo que es casi más religión que deporte, no se cuantifica siempre por el capital económico y sí –siempre- por el humano.
Si quieren seguir el encuentro, lo contaré íntegro desde este enlace para Cordobesismo Radio a partir de las 19:00 horas.
Toni Cruz 