Mi crónica: Líder por aguante (2-1)

El Córdoba es líder tras superar a un Oviedo en un partido que, por momentos, recordó un viejo chiste de La Codorniz en el que el doctor le advierte al paciente: “¡Tiene usted el pulso muy lento¡” y éste le replica “No importa, doctor, hoy no tengo prisa”.

Empezó bien el conjunto de Oltra y mal el de Egea. Insistió el técnico valenciano en colocar a Víctor Pérez en el centro del campo y sus compañeros, esta vez sí, hicieron bueno su ímprobo trabajo de distribución. Lúcido Xisco y eléctrico Nando, pero por encima de todos superlativo Fidel, que sorteó a tres rivales antes de tirar con fe a puerta y adelantar a los suyos. El gol rompió la idea del Oviedo, que no sabía cómo contener las acometidas de un rival que se veía capaz de hacer más daño a la adelantada –y descoordinada- defensa ovetense. Un balón en la fértil zona que dejaba desocupada el equipo azulino lo acaparó Xisco para darle un extraordinario pase a lo Laudrup a Nando García. Si existió fuera de juego, fue por muy poco. El menudo jugador resolvió bien ante Esteban y anotó su primer gol de blanquiverde. La pinta del encuentro era formidable para los locales.

20151129_191845.jpgPero llegaron las contrariedades. Stankevicius no pudo continuar por un problema muscular y en una brillante jugada por el costado diestro de Johanneson sirvió para que Toché marcara con la mano y lesionara –lo primero queriendo y lo segundo sin querer- a Héctor Rodas.

Quedaba una segunda parte en la que superar varios fantasmas. El primero, el temor a una defensa absolutamente inédita. Con un lateral zurdo canterano –Abel cumplió con creces-; un lateral diestro con pocos minutos –Dalmau sufrió pero lo dio todo– y un central que suele actuar de centrocampista –el partido de Gálvez fue majestuoso-.

El segundo fantasma era el del habitual bajón de las segundas partes. Sucedió, pero a diferencia de otras ocasiones el Córdoba defendió con más criterio. O con más corazón. O con más orden. El caso es que el Oviedo tenía el balón y Egea movió ficha inteligentemente colocando al veloz Hervías y a Aguirre sobre el verde, pero carecía de recursos para plasmar su dominio en goles. Tuvo un par de oportunidades Toché –la más clara en el 88’-, pero lo cierto es que tampoco padeció en exceso la grada de El Arcángel a pesar de la incuestionable entidad del rival.

El otro fantasma era el de los minutos finales. Oltra dijo luego que fue mera casualidad lo de los episodios anteriores. Puede que sí, puede que no, pero hubo una sensación de inquietud en el largo descuento decretado por el mal árbitro (Arias López) que pitó el choque.

Tres puntos de épica, de fuego, de casta, de inteligencia emocional. Tres puntos de líder. Se puede ser líder aguantando. Ya lo dijo Cela y en Segunda funciona a la perfección: “En España, quien aguanta, triunfa”. Pues a tirar del carro.

JUGARON

POR EL CÓRDOBA C.F: Razak, Stankevicius (Dalmau, 25′), Héctor Rodas (Gálvez, 40′), Deivid, Abel Moreno, Luso, Víctor Pérez (Markovic, 76′), Nando, Fidel, Xisco y Florin.

POR EL REAL OVIEDO: Esteban, Vila, David, Erice (Bedia, 83′), Susaeta (Herviás, 77′), Borja Valle, Toché, Borja Gómez, Peña, Koné (Aguirre, 66′) y Johannesson.

ÁRBITRO: Valdés Aller (castellano-leonés). Amarilla a los locales: Héctor Rodas (38’), Rafa Gálvez (65′), Xisco (92′), Abel Moreno, 93′) y a los visitantes Susaeta (17’), Toché (49’), Erice (78′).

GOLES: 1-0: Fidel (6’); 2-0: Nando (15′); 2-1: Toché (37′)

ESTADIO: El Arcángel, 18.000 espectadores.

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