Mi crónica: Cero en casa (1-2)

Brochazos para pintar una escena propia de El Bosco. El Córdoba terminó la segunda sin haber sumado un punto como local. En toda la temporada, en la portería de fondo norte el Córdoba no ha marcado nada más que un gol. Y fue de penalti. Un solo jugador, Luis Suárez, ha anotado más en esa misma meta. Lógicamente, en un único partido.

20150517_205015La despedida en casa tenía un prólogo pintado de oasis de esperanza. El filial podía –bien es cierto que dependía de una carambola- conservar su plaza en Segunda B. Muchos cordobesistas añejos se personaron en El Fontanar, sedientos de gloria, anhelando un respiro. Nada. No lo logaron. Así que imaginen el camino de expiación que muchos hicieron para salvar la distancia entre los dos campos donde sus respectivos equipos tragaban el polvo.

Fue la primera vez en cuatro años en la que el himno fue cambiado por silbidos. ¿Dónde estaba usted el día en el que no se cantó el himno? Si la memoria es selectiva y justa, pronto no lo recordará.

Luego, lo de siempre. Un rival que se jugaba un objetivo que era una entelequia para su modestia y que, con la lección más que aprendida, dejó que el calor cociera el cerebro a los futbolistas del Córdoba. Nunca falla. El primer gol llega casi sin querer y su protagonista –Raúl Baena- apenas ha metido cuatro goles en toda su trayectoria deportiva. Fue un mal despeje de Saizar y un despiste de la cobertura. Uno más.

Del resto del partido, detalles. El estreno como jugador de Primera de Fran Serrano. El chaval puso la concentración, colocación, intensidad y entrega que le faltaron a muchos de los veteranos zagueros del club. Saldó su debut con nota. Incluso pudo haber marcado. Por cierto, el suplido, Krhin, fue ovacionado. Una pena que el esloveno no contemple –es natural- vestirse de blanquiverde en Segunda.

Otro. La marcha de Abel. El capitán dejó su puesto en el campo para recibir el cariño de una grada que si bien le ha recriminado partidos poco afortunados, ha terminado por reconocerle –justo- su entrega y seriedad. Quien le sustituyó, Rossi, se llevó una bronca. Lógico. Bochornosa su campaña.

También tuvo minutos el nueve del Córdoba, Heldon Ramos, que aún no se sabe de qué juega. De nueve, no, desde luego. Quien sí pareció un nueve fue Luso con el gol del empate. Brillante su remate. Venía buscando su gol en las últimas semanas y lo logró. Bien por él.

Al final, así comenzó la crónica, se perdió. Claro. Era natural. Consustancial a un grupo con demasiados perdedores. A un grupo sin carácter. Sin alma. Sin capacidad de reacción. Con muy poca chicha. Con veinte puntos. Sin un reto. Sin futuro. Toca regenerar. Ya. Esperemos que el camino por el que opten sea muy distinto al del pasado verano. Y ya están empezando a equivocarse…

JUGARON

POR EL CÓRDOBA Saizar, Gunino, Luso, Deivid, Edimar, Krhin (Fran Serrano, 39′), Fede Vico (Héldon, 79′), Abel Gómez (Rossi, 70′), Borja García, Fidel y Florin Andone.

POR LA A.D. RAYO VALLECANO Toño, Quini, Zé Castro, Amaya, Insúa, Baena (Jozabed, 47′), Trashorras, Licá (Embarba, 73′), Aquino, Bueno y Miku (Leo Baptistao, 62′).

ÁRBITRO: Mateu Lahoz (valenciano). Sin tarjetas.

GOLES: 0-1, Baena. 1-1, Luso. 1-2, Embarba.

INCIDENCIAS: Unos 7.000 espectadores.

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