En un campeonato largo, a veces, pasan estas cosas. Las ausencias de Razak, Andone, Markovic, Gálvez, Pedro Ríos y Caballero obligan a José Luis Oltra a recomponer no ya su once sino hasta su convocatoria para el partido de mañana ante el Huesca. De las bajas, las de Razak y Andone –convocados con Ghana y Rumanía- se conocían con margen. También la de Markovic, que está atravesando un momento de juego y de concentración en los partidos más bien bajo. Tampoco supone un excesivo contratiempo –en su acepción de ‘improviso’- la ausencia de Caballero. El problema se ha agravado durante esta semana con el golpe que Gálvez se dio en el muslo el miércoles y la lesión –este mismo sábado- sufrida por Pedro Ríos. Incluso Deivid tuvo algún problema físico en el entrenamiento del miércoles.
Así las cosas, la convocatoria ha sido sota, caballo y rey. Estarán todos los profesionales disponibles de la primera plantilla –es decir, se mantienen Arturo, Dalmau y López Silva– y, para completar los 18 se unen los jugadores del filial Bijimine y Javi Galán. Bijimine ya formó parte de una expedición triste a Eibar el año pasado, mientras que el habilidoso Galán (al que apodan Rooney) ha tenido muchos minutos este verano en las pachangas preparatorias.
Con lo expuesto, de no mediar sorpresas, el once que presente Oltra parece sencillo de componer: Falcón, Stankevicius, Deivid, Rodas, Cisma; Luso, Víctor Pérez; Fidel, Nando, Pineda y Xisco. Será, pues, la prueba del algodón para Víctor Pérez, que no ha demostrado aún nada de lo presupuestado. También debería estar marcado en rojo este encuentro para Nando, relegado al banquillo por el gran estado de forma de Ríos.
Enfrente, un rival temible a pesar de ser un recién ascendido. El Huesca de Tevenet ha mantenido un alto nivel de intensidad defensiva y, por eso, actualmente es el segundo mejor equipo como visitante. Apenas ha encajado tres goles fuera del Alcoraz (y dos de ellos en la única derrota sufrida a domicilio, el pasado fin de semana en Tarragona). A la cita no pueden llegar ni Aythami ni Tyronne, pero sí dos hombres con pasado cordobés directo o indirecto: Manolo, un mediocentro que se forjó en el club, e Íñigo López, el central cuya labor tan mal regusto dejó el año pasado. El mayor peligro de los altoaragoneses radica en la velocidad que imprimen a sus contragolpes, especialmente por el costado por donde actúe el venezolano Darwin Machis. También está en un gran momento el mediocentro Fran Mérida, con pasado en el Arsenal y Atlético de Madrid. Hay que estar atentos a su disparo a media distancia.
Un partido que será complejo y que puede resultar espeso y duro. Un encuentro en el que el Córdoba de Oltra tendrá que hacer de la carencia, virtud y que demuestra –independientemente del marcador final- que en enero se deberá hacer un esfuerzo extra en los despachos para afrontar con garantías la segunda parte del asalto a la élite.