Calculó el dramaturgo Carlo Gozzi en el siglo XVIII que la tramas de teatro -por mucho que la imaginación de los escritores se estire- «serían como mucho unas treinta». No conozco a ningún pensador pelotero que se haya puesto a escudriñar sobre cuántas formas de jugar un partido hay ni de cuántos tipos de encuentros, en consecuencia, existen.
Pero lo que sí está claro -y lo ha reconocido hoy José Luis Oltra en sala de prensa- es que el Córdoba debe plantear algo diferente a lo expuesto en Leganés para vencerle al Alcorcón. No quiso el valenciano señalar a nadie, ni siquiera poner en tela de juicio la actitud de sus jugadores –sí, eso no lo pudo ocultar, la intensidad manifiestamente deficiente-. Y dejó caer sin decirlo que habrá cambios. Porque los debe haber, visto el rendimiento de unos en el primer partido y de otros en el segundo.
Luso debería volver al centro del campo. Y Fidel tendría que entrar ya en el once, por mucho que funcione como revulsivo. Incluso, si me apuran, Stankevicius -esté como esté de tono competitivo- tendría un hueco en el lateral diestro para reforzar una defensa que falló el pasado sábado.
Sin convocatoria, es difícil apresurarse a dar un once, pero parece que los tres, junto con el último fichaje Raúl de Tomás como acompañante de Xisco en ataque, serán novedades a las cinco de la tarde el domingo.
El rival será el Alcorcón. Un conjunto peligroso, confeccionado con criterio pero que tiene dos sensibles bajas. Sus dos centrales –Chema Rodríguez expulsado y Djené convocado con Togo– no podrán estar, aunque Oltra ha advertido que, once contra once, fueron mejores los de Muñiz en Pucela a todo un Valladolid.
Sea como sea, si en fútbol hay más de treinta trama posibles, deseemos y esperemos que Oltra y los suyos decidan plantear una que no se parezca en nada a la vista en Butarque. Y luego, ya que ruede la pelota…