Tondela es una ciudad portuguesa de unos 15.000 habitantes situada en el distrito de Viseu y situada a unos 120 kilómetros dirección sur de Oporto. Ahí nació en 1933 -de la unión del Tondela Futebol Club y del Operário Atlético Clube- el Clube Desportivo de Tondela. Una entidad modesta. Tanto que hasta 1985 no alcanzó ni siquiera la Tercera División lusa.
En 1990 su campo pasó de llamarse Do Pereiro a hacerlo João Cardoso en honor a un filántropo que donó terrenos y dinero para que el fútbol perviviera en los peores tiempos. A pesar de sus magros éxitos, de siempre ha sido conocido en su región como el “Maior das Beiras” y su recinto de juego -donde tras varias ampliaciones apenas caben unas 5.000 personas- es denominado “Infierno Beirense”.
Tuvieron que pasar 82 años para que cataran la élite en Tondela. En 2015 lograron por vez primera su ascenso a Primera. No fue sencillo su aterrizaje, pero la remontada posterior fue histórica. En las doce primeras jornadas apenas había sumado 5 puntos y tras haber ocupado su banquillo dos técnicos fue el ex jugador del Boavista Petit quien dio con la tecla a partir de vencer por sorpresa en Oporto (0-1 con gol a Iker Casillas). Cinco victorias y un empate en las últimas siete jornadas firmaron su increíble permanencia.

Tras tres temporadas de salvaciones más o menos sufridas, en 2018 el 80 % de las acciones del Tondela pasaron a manos de David Belenguer, un catalán que militó durante diecisiete temporadas en equipos de Primera o Segunda trabajando como central en clubs como Lleida, Extremadura, Betis o Getafe. Una vez terminada su carrera como jugador, el ahora empresario se formó como entrenador UEFA Pro, MBA en dirección de entidades deportivas y también es titulado como director deportivo por la RFEF. Antes de emprender la aventura portuguesa estuvo en la dirección deportiva del Granada, colaborando a su salto de Segunda a la Europa League.
El reto, según le explicó a Estadio Deportivo, era llevar al Tondela a la zona más tranquila de la clasificación. Todo un reto para una entidad acostumbrada al sufrimiento pero que todavía puede presumir de ser junto con Oporto, Benfica y Sporting el único club que nunca ha descendido de la máxima categoría portuguesa (claro está que apenas lleva desde 2015 en la élite).
Para tal fin, a pesar de querer apostar por forjar jugadores en su propia cantera, el Tondela ha contado con algunos españoles para mejorar su nivel. Tal vez el más conocido fuera el técnico Pako Ayestarán, quien llegara a ser mano derecha de Rafa Benítez en el Valencia o el Liverpool y llegara a ser el titular de los banquillos del propio Valencia y de Las Palmas. El vasco dirigió al Tondela en la 20-21 y durante 26 partidos de la presente (le despidieron por los malos resultados). Otro técnico euskaldún –Natxo González, ex de Reus, Zaragoza y este año también en el Málaga– fue el responsable del conjunto beirense en la 19-20. Eso en la táctica, porque en el verde han defendido la auriverde del Tondela en los últimos tres años jugadores españoles como Pepelu (actualmente en el Levante), Mario González (hoy en el Tenerife), Jaume Grau (ahora en el Zaragoza) o Roberto Olabe (Alcorcón). Actualmente en sus filas militan el central Manu Hernando, y los centrocampistas Undabarrena y Javier Avilés.
En esta 21-22 al Tondela le quedan cuatro partidos para intentar salvar la categoría (es penúltimo con 26 puntos, a uno de la salvación que sí puede festejar de momento el Auroca). Pero apenas le queda uno para soñar con el primer título de su historia. Porque el Tondela ya ha eliminado en la Copa portuguesa al Camacha (1-2), Leixoes (3-1), Estoril Praia (3-1), Río Ave (0-1 en la prórroga) y Mafra de segunda ya a doble partido en semifinales (3-0 y 1-1).
El uruguayo Juan Manuel Boselli, ex de Defensor y del Cádiz B lleva ocho goles en 21 partidos y anotó el gol del empate en Mafra para confirmar su clasificación de la Taça. Tras la gesta expuso a una radio de su país: “Una ciudad pequeña, pero un club muy bien organizado que intenta formar jugadores jóvenes para luego venderlos. Es un club muy lindo, ideal para crecer”.

Este es el modestísimo Tondela y su historia siempre al límite, pero llena de ilusión. Y con mucho acento español. Cuando a David Belenguer se le preguntó por la candidatura conjunta de España y Portugal para albergar un gran torneo se mostró muy ilusionado: “Creo que ayudaría mucho a unir los dos pueblos. Cuando nos mezclamos somos muchos más iguales de lo que parece. Es una de las cosas que más ilusión me haría. Ayudaría a la unión de españoles y portugueses, tenemos mucho en común. Cuando nos miramos a la cara somos muy parecidos y nos complementamos muy bien. Sería una candidatura muy potente”.
A él, desde luego, le ha ido muy bien en el país vecino. Lo mismo el 22 de mayo -el rival es el poderosísimo Porto- hacen la proeza y levantan su primer título.
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